Como la posibilidad de «un nuevo comienzo» plantea Nicolás Maduro las relaciones con los Estados Unidos, luego del triunfo de Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre pasado.
«En su primer Gobierno, presidente reelecto Donald Trump, no nos fue bien. Este es un nuevo comienzo para que apostemos a (una relación) ganar-ganar y le vaya bien a Estados Unidos, le vaya bien a Venezuela», dijo Maduro en un programa transmitido de manera sorpresiva por VTV.
Afirmó que su Gobierno está abierto a «relaciones de trabajo conjunto» con quien quiera invertir en Venezuela, lo que -aseguró- ha manifestado a «todos los estadounidenses» que visitan el país petrolero, sobre el que pesan sanciones impuestas por Washington, que ha otorgado licencias a transnacionales para operar en esta nación, entre ellas, a la norteamericana Chevron.
Por otra parte, Maduro expresó que, tras este «regreso histórico», Trump tiene una «oportunidad de oro» para que «acabe con las guerras», así como para permitir relaciones de respeto con América Latina.
Además, el jefe de Estado aseveró que nunca se meterá en «asuntos internos de Estados Unidos», porque -dijo- no practica el «intervencionismo».
«Nosotros abogamos por la soberanía, la independencia, el respeto a nuestra cultura, a nuestra identidad. Las soluciones de América Latina están en América Latina y las soluciones para el futuro de Venezuela están en Venezuela», agregó Maduro.
En su anterior Gobierno (2017-2021), Trump fue el principal adversario político de Maduro, a quien tildó de «dictador», e impuso numerosas sanciones al país, incluidas restricciones a su industria petrolera, la principal fuente de divisas de Venezuela, al punto que las relaciones diplomáticas fueron rotas hasta nuestros días.