Privilegiar la atención nutricional para embarazadas, niños y adolescentes propuso este miércoles la nutricionista Marianella Herrera.
El programa CLAP tiene fallas enormes, y una de ellas es lo poco balanceado de lo que se entrega, la irregularidad en las fechas y la falta de control sobre los usuarios y sus necesidades, indicó.
A esto se suman los problemas económicos para poder adquirir los alimentos, detalló Herrera. «Madres que dejan de comer ellas para dar de comer a sus hijos», adultos comen menos, niños duermen más, detalló en entrevista con Unión Radio.
Otras estrategias son el consumo de alimentos menos preferidos, pedir prestado, fiar alimentos, entre otras, citó la investigadora. Igualmente, la venta de bienes para comprar alimentos.
La entrega de bolsas es una parte de la gestión humanitaria, pero hay que organizarla bien, hay que garantizar la inocuidad de los alimentos «y abordar las necesidades de la población».
A su juicio, el Estado venezolano debe balancear la dieta, abordar las necesidades reales y hacer seguimiento a los programas. «Hay que empoderar a las comunidades para que hagan sus evaluaciones» y que puedan darse cuenta de lo que pasa con niñas y niños. «Tenemos que enseñar a las comunidades a reconocer cuando hay un problema mayor» y evitar el daño a futuro.