Organizaciones no gubernamentales de Venezuela denunciaron este sábado, con motivo del Día de la Resistencia Indígena, un «deterioro» de las «condiciones de vida» de los pueblos originarios en el país, por lo que exigieron al Estado atender de forma «urgente» a estos grupos.
La ONG Fundaredes advirtió que, a «lo largo de los años, se intensifican y agravan las vulneraciones sistemáticas hacia la población indígena venezolana, reflejando graves violaciones a sus derechos humanos».
En ese sentido, señaló, a través de un mensaje en X, que los derechos a «la salud, educación, vida digna, seguridad» y a una «economía estable han sido socavados».
«Mientras las comunidades enfrentan un ambiente deteriorado por actividades extractivas y la militarización de sus territorios, se le suma la violencia de grupos armados irregulares, el acceso restringido a la alimentación y la discriminación estructural. Nuestra población ancestral debe recibir el respeto y la protección que necesita», agregó.
Por su parte, la ONG Provea aseguró que las condiciones de vida de los pueblos indígenas «empeoraron significativamente durante 2023, debido a la falta de políticas públicas adecuadas, el avance desmedido de actividades extractivas y el control de grupos criminales sobre sus territorios».
«Este deterioro ha dejado un saldo de violencia, pobreza y persecuciones que vulneran cada vez más los derechos de estos pueblos originarios», dijo la organización.
Por tanto, aseveró que esta «crítica» situación «exige una atención urgente del Estado», ya que -agregó- mientras sigan «enfrentándose a la violencia, la pobreza y la exclusión», las «comunidades originarias no tienen nada que celebrar».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió hoy «consolidar todos los planes» relacionados con vivienda, salud y educación para estos pueblos, así como trabajar en «la organización de la juventud indígena».
También, ordenó a la ministra de Pueblos Indígenas, Clara Vidal, rescatar los idiomas de estos grupos para «la continuidad» de la cultura de «los verdaderos dueños de estas tierras».
Este sábado, más de mil personas, la gran mayoría chavistas, se movilizaron en Caracas para conmemorar el Día de la Resistencia Indígena y rechazar el «genocidio» que -aseguran- cometió España en el siglo XV en América.
Previamente, el Gobierno venezolano, que insiste en que España «debería pedir perdón todos los días», instó a «mantener viva» la historia de «lucha y resistencia» indígena frente a la «más feroz agresión conocida por la humanidad», y a promover «canales para hacer efectivos el reconocimiento, la justicia y la reparación de estos crímenes de lesa humanidad».