La hija del fallecido, Nadine Jawad, dijo esta semana en un comunicado en Instagram que su padre falleció el 1 de octubre «tras ser alcanzado por un ataque aéreo israelí mientras intentaba salvar vidas inocentes en su ciudad natal de Nabatieh», en el sur del Líbano
El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) confirmó este viernes la muerte de un ciudadano estadounidense en el reciente ataque aéreo perpetrado por Israel en el sur del Líbano y recordó que es un imperativo «moral y estratégico» que Israel tome todas las precauciones para mitigar los daños civiles.
Un portavoz del Departamento de Estado señaló que la Administración de Joe Biden está al corriente y «alarmada» de las noticias sobre la muerte de Kamel Jawad, de quien dijo que han confirmado que es estadounidense.
«Estamos trabajando para entender las circunstancias del incidente. Como hemos señalado repetidamente, es un imperativo moral y estratégico que Israel tome todas las precauciones posibles para mitigar el daño civil. Cualquier pérdida de vidas civiles es una tragedia», concluyó.
La hija del fallecido, Nadine Jawad, dijo esta semana en un comunicado en Instagram que su padre falleció el 1 de octubre «tras ser alcanzado por un ataque aéreo israelí mientras intentaba salvar vidas inocentes en su ciudad natal de Nabatieh», en el sur del Líbano.
La víctima residía en Dearborn (Míchigan), conocida como la «capital árabe» de Estados Unidos y donde el 54,5 % de sus habitantes son de origen árabe. La localidad ha sido escenario en los últimos meses de numerosas protestas contra la guerra en Gaza.
Más de 2.000 personas han muerto y más de 9.500 han resultado heridas por los ataques que Israel ha lanzado contra diferentes puntos del Líbano en casi un año, aunque la inmensa mayoría de las víctimas se han producido en cerca de dos semanas tras el inicio de una campaña masiva de bombardeos israelíes.
En esa escalada asesinó cerca de Beirut al líder del grupo chií Hizbulá, Hasán Nasrala, aliado de Teherán, y ha emprendido una incursión terrestre en el sur del Líbano que califica de limitada, pero ante la que Irán respondió lanzando cerca de 200 misiles sobre territorio israelí.