Christopher Calderón, quien se dio a conocer en el certamen de Míster Universo Venezuela 2015, ha evolucionado notablemente desde su participación en el mundo del modelaje. Ahora, a sus 30 años, se encuentra en España, específicamente en las Islas Baleares, Palma de Mallorca, donde ha encontrado un nuevo rumbo como oficial de seguridad y escolta. Calderón no solo ha cambiado su enfoque profesional, sino que también sigue robándose las miradas a través de sus redes sociales, donde comparte fotografías que demuestran que no ha dejado de entrenar ni de cuidarse.
Un objetivo claro: Policía Nacional
A pesar de haber alcanzado varios hitos importantes en su carrera, Calderón no se conforma. Actualmente, sigue preparándose para alcanzar una de sus metas más ambiciosas: conseguir una plaza en la Policía Nacional de España. El exmodelo afirma que esta nueva faceta ha sido un reto, pero también una fuente de motivación para seguir formándose tanto física como mentalmente.
El camino hacia el éxito
«Creo que la evolución que he tenido es notable», asegura Christopher. «No he dejado de entrenar, de cuidarme, de prepararme, de estudiar y formarme en muchas cosas. No ha sido fácil, pero siempre tenía en mi mente que lo conseguiría, y aquí voy, en lucha por mis objetivos».
Christopher, quien es egresado de la Universidad Católica Santa Rosa como periodista, ha sabido mantener en silencio muchos de sus proyectos, prefiriendo trabajar en ellos en privado hasta poder materializarlos. Este enfoque lo ha llevado a mantenerse firme en su camino y a seguir trazando nuevos horizontes.
Pasión por viajar y entrenar
Además de su vida profesional, Calderón tiene dos grandes pasiones que le han permitido mantener el equilibrio: viajar por el mundo y entrenar a diario. Estos pasatiempos no solo le han permitido mantenerse en forma física, sino también enriquecer su mente y espíritu mientras descubre nuevas culturas y paisajes.
El camino de Christopher Calderón ha sido uno de perseverancia y adaptación, y aunque ha dejado el mundo del modelaje en un segundo plano, sigue mostrando que su espíritu competitivo y su deseo de superación están más vivos que nunca.