Hugo Haeger, subdirector de la PDI, indicó que trabajaron de manera simultánea e irrumpieron en 69 domicilios de las comunas de Limache, Villa Alemana y Viña del Mar
Fuerzas de Seguridad chilenas detuvieron en la región costera de Viña del Mar a 34 sospechosos en un operativo desarrollado por la Policía de Investigaciones (PDI) para desmantelar una facción del Tren de Aragua, banda transnacional originaria del estado venezolano de Aragua, entre los que figura el supuesto líder de la organización en esta zona.
En declaraciones a la prensa, el subdirector de Investigación Policial y Criminalística de la PDI, Hugo Haeger, explicó que gran parte de la estructura criminal desarticulada estaba compuesta por ciudadanos venezolanos.
“Hasta la fecha tenemos 11 ciudadanos venezolanos que están bajo detención y que prontamente van a ser puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Viña del Mar”, detalló.
Un total de 450 efectivos de la PDI trabajaron de manera simultánea e irrumpieron en 69 domicilios de las comunas de Limache, Villa Alemana y Viña del Mar donde incautaron droga, armas y dinero, además de desarrollar tareas investigativas enfocadas en delitos de lavado de activos asociados a la labor del grupo.
La investigación, llevada a cabo en coordinación con el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) del Ministerio Público y la Fiscalía Especializada en Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI), determinó que la organización criminal ya estaba instalada hace bastantes meses en la región oceánica.
«Hay tres homicidios asociados a la estructura de esta organización, que aún están bajo investigación, pero ya hay indicios suficientes para determinar la responsabilidad de esta organización y de personas en particular», expresó el general Haeger.
Y añadió que, su homicidio más reciente fue el de “una persona que falleció a causa de múltiples impactos balísticos hace un mes aproximadamente”.
El operativo se enmarca en los esfuerzos que el gobierno del presidente, Gabriel Boric, ha emprendido para abordar la crisis de seguridad en Chile, que se ha visto agravada por un aumento significativo de las muertes por conflictos entre bandas armadas, y que solo en el mes de agosto causaron 30 homicidios solo en el área metropolitana de Santiago.
Boric hizo un llamado a la unidad entre los partidos políticos para enfrentar los problemas derivados del crimen organizado y el narcotráfico, identificándolos como los principales adversarios del país.
El Gobierno ha respondido a la situación promulgando una reforma del Código Penal que endurece las penas para los reincidentes, otorga mayores poderes de investigación a las fuerzas de seguridad y garantiza mayor protección a los actores institucionales involucrados en la lucha contra el crimen.
La escalada de violencia también está relacionada con la ola migratoria reciente y la aparición de grupos criminales extranjeros, como el Tren de Aragua, que buscan controlar las rutas del narcotráfico en Chile.
El Tren de Aragua, que se inició como una pandilla carcelaria, se ha convertido en una organización delictiva internacional, extendiendo su presencia a países como Chile, Perú, Colombia y Brasil.