En la temporada vacacional como la de Semana Santa suelen presentarse alteraciones en la zona íntima femenina, no solo por la exposición a playas y piscinas, sino por otros factores como exceso de calor o humedad y el uso de ropa sintética ajustada habitual en el asueto
En los días de vacaciones existe una mayor predisposición a desequilibrios en la flora vaginal, debido a diversos factores externos a los que se exponen las mujeres en playas, ríos y piscinas, los cuales pueden afectar el delicado ecosistema de la vagina y propiciar el ambiente perfecto para la aparición de distintas afecciones.
La Dra. Ismar Navas, especialista en obstetricia y ginecología, señala que todo aumento de la temperatura e incremento de la humedad en la zona íntima genera un mayor riesgo de desarrollar una vaginosis, el principal motivo de consulta luego de las vacaciones.
“Quedarse por largo tiempo sumergida en el agua suma más calor e irritación a los genitales. Sentarse en la arena caliente, mojada y con el traje de baño sintético y húmedo, desestabiliza la flora y pone en riesgo a la paciente de tener una vaginosis, con mayor predisposición a sufrir candidiasis”, puntualiza.
La flora bacteriana vaginal o microbiota vaginal, son las bacterias benéficas que viven en el conducto muscular. La flora vaginal, ayuda a mantener la vagina “ácida” para protegerla de patógenos que influyen en el desarrollo de una vaginosis bacteriana o vaginitis. Es muy frecuente, principalmente en pacientes jóvenes, tanto en post adolescencia, como mujeres menores de 40 años. Según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego), el 75% de las mujeres las sufre al menos una vez en la vida.
Entre los factores que pueden modificar la flora vaginal en época vacacional, encontramos:
- Aumento de la temperatura y de la humedad
- Permanecer por largo tiempo sumergida en el agua
- Sentarse en la arena caliente sin secarse
- Usar trajes de baño sintéticos y ajustados
- Utilizar ciertos detergentes y sustancias que son irritativas y dañinas
La ginecobstetra, señala que en las distintas etapas de la vida reproductiva de una mujer se presentan cambios de la flora vaginal, ocasionando diferentes tipos de flujo y diversas maneras de tratarlos, es por eso, que es importante evitar la automedicación. Por ello la especialista insiste en que no se puede hablar de infección sin evaluar al paciente, conocer sus síntomas, edad y otros factores para dar un diagnóstico acertado.
“Entre el 80 y 90% de las secreciones vaginales anormales son producto de un desequilibrio de la flora vaginal y no de una infección. Tener un flujo que molesta, que es abundante, que mancha la ropa interior, que pica o tiene mal olor, es característico de un desequilibrio en el pH de la vagina y de sus condiciones normales”, acota la Dra. Navas.
Claves para la salud íntima en vacaciones
En temporadas vacacionales como Semana Santa, las mujeres suelen estar expuestas a factores externos típicos de la época que pueden afectar la flora vaginal y propiciar infecciones urinarias, picores y otros problemas que acaban generando gran incomodidad. El uso de jabones íntimos durante el asueto ayuda a cuidar la región íntima femenina, evitar los malos olores y brinda una sensación de bienestar prolongada.
La Dra. Navas indica que la higiene íntima no puede hacerse con cualquier producto porque puede afectar la salud de la vagina. Adicionalmente, resalta la importancia de usar jabones íntimos que ayudan a mantener y preservar el pH vaginal.
“Jabones líquidos especiales para la higiene íntima como la línea Perlavis de FC Laboratorios, añadieron en su composición, ingredientes valiosos como la glicerina y el aloe vera, que no solo cuidan suavemente los genitales, sino que también los hidratan. Además una de sus presentaciones cuenta con ácido láctico, que ayuda a mantener la acidez normal de la vagina y favorece el crecimiento de las células que la protegen de infecciones vaginales”, explica.
Otras recomendaciones que ofrece la especialista son:
- Cambiar el traje de baño con regularidad.
- Sentarse sobre una toalla seca y no en la arena mojada.
- Asear los genitales adecuadamente y dejar que se refresquen.
- Usar trajes de baño con cubierta de algodón.
- Utilizar jabón íntimo para la higiene de la zona íntima.
Consecuencias de no tratarla a tiempo
En caso de notar alguna alteración en el olor o flujo habitual, es importante acudir al médico, porque de no atenderse a tiempo las alteraciones de la flora vaginal, los síntomas pueden empeorar ocasionando lesiones e inflamaciones en la vulva, erosiones, irritación, ardor, entre otros. La mitad de las mujeres que sufren un primer episodio, presentarán otra vulvovaginitis candidiásica más adelante. Algunos estudios sostienen que la infección recurrente por este patógeno puede afectar a casi el 8% de las mujeres en todo el mundo.
“Estos episodios pueden disminuir la calidad de vida por la comezón, el mal olor y la inflamación pélvica. Hay problemas que pueden ascender si no se tratan a tiempo y pueden escalar a una inflamación muchísimo más importante en la cavidad pélvica”, afirma la especialista. De allí la importancia de no posponer la consulta a un especialista para tratar a tiempo esta alteración.