La activista María Teresa Novoa propone la creación de una línea telefónica de respuesta inmediata
Organizaciones e individualidades solicitaron al Ministerio de Ecosocialismo y a la Alcaldía de Caracas plantar por lo menos ocho árboles para resarcir el daño causado por la tala de un jabillo cincuentenario en la parroquia San Bernardino, daño perpetrado por los propietarios de un local comercial que también construyeron sobre el retiro de la acera en la avenida Cajigal.
María Teresa Novoa, arquitecta, profesora universitaria y habitante de San Bernardino, detalló que demandaron la demolición de la obra por presuntamente violentar la normativa legal. Por otra parte, instaron a sancionar a los responsables, que además -como lo apuntó Novoa- son reincidentes.
«Necesitamos una línea telefónica de respuesta inmediata», explicó Novoa, «porque mientras se toman las fotos, se escribe la carta, convocamos para que los habitantes vayan» y se firme «pasa un tiempo». Esa línea sería para reportar «cuando están talando un árbol, o cuando están podando un árbol».
El jabillo, indica la arquitecta, es un bien patrimonial. «Este era un árbol sano» y de larga data.