La experta electoral señala que «Barinas enseñó que cuando los candidatos no tienen pueblo no llegan al 0,5%. En las regionales 2021 la gente entendió que tenía que unirse en torno a alguien y no se dispersó. No importaba si había mucho candidato, entendían que la utilidad de su voto era muy importante»
El Consejo Nacional Electoral (CNE) puso sobre la mesa el mapa sobre el cual se moverá elección presidencial de 2024 y las interrogantes que se sirven no se hacen esperar. ¿Es posible la observación internacional? ¿Quiénes pueden venir? ¿Qué cosas permite hacer este cronograma electoral?
Para tratar de entender el escenario llamamos a Eglée González Lobato experta en el tema electoral y directora de la Cátedra Libre Democracia y Elecciones UCV quien nos señaló que «la la postulación entre el 20 y el 25 va a generar un reacomodo de las fuerzas políticas en el sector opositor».
Indica que será necesaria una negociación inteligente entre actores políticos que adversan al Gobierno de Maduro para que puedan obtener resultados favorables a su propuesta de cambio.
–¿Con observadores? ¿Sin observadores?
-No es descartable que la Unión Europea venga porque todavía se hacen esfuerzos para que haya una aceptación por parte del gobierno y por parte de la propia Unión Europea de una misión en Venezuela».
«El cronograma es algo así como cuatro meses y 20 días aproximadamente y permitiría una misión técnica en el país, especialmente porque hubo una misión que se desplegó en el año 2021 y no se ha producido una modificación de la normativa de la electoral», advierte la analista.
Recuerda que en la experiencia latinoamericana las observaciones internacionales de organismos multilaterales especialmente como la OEA, «han producido grandes impactos políticos donde en el país donde se hacen. Por ejemplo en el caso Bolivia. Ciertamente tiene que haber un temor por parte de los gobiernos de que vengan los multilaterales».
Explica la profesora universitaria que los entes multilaterales poseen una capacidad técnica que les impide venir únicamente al día de la elección.
«Ellos hacen un diagnóstico como un médico general de todo el proceso electoral. No te van a atacar la herida. Te van a decir «yo te tengo que hacer un examen completo para poder decir cómo te curas», dice González Lobato.
Sentencia que «esa puerta no está cerrada. Es un punto que está en los acuerdos de Barbados y merece la atención de las delegaciones de la negociación y de los países que acompañan»
«Lo importante sería que fuesen observadores, no solamente calificados, sino con la capacidad técnica suficiente para evaluar o para observar y ponderar con las variables internacionales las diferentes etapas del proceso», agrega.
Explica que no hay una evaluación general que diga: «Se una puntuación de 91,5 sobre 100. Lo importante es saber qué pasa en cada etapa: en el registro, la etapa de postulación, en la etapa de los organismos electorales subordinados. En la conformación de miembros de mesa, qué pasa en la constitución o instalación de la mesas el día de la votación y por supuesto el día de la proclamación. Todo eso es importante para los observadores internacionales».
Con respecto al lapso de inscripción señala que es corto y es un tema a resolver por los actores políticos.
«Ese proceso es del 21 al 25 de marzo son pocos días para postular. Esas fechas vienen a ser un antes y un después porque a partir de allí se ha entendido que únicamente pueden participar dentro del proceso electoral, quienes estén inscritos bien sean candidatos y partidos políticos. Con los grupos de electores hemos tenido ya muy malas experiencias porque los han desaparecido», explica.
Agrega que en el escenario actual «es una fecha emblemática por la candidata María Corina Machado. Sin embargo no sería un daño irreparable en la medida en que la candidata podría, utilizar la vía de las «tapas», que terminan siendo un especie de ‘guardapuestos’ y luego hacer la sustitución».
Para esa sustitución tienes dos oportunidades: una sustitución que te permite estar dentro de las opciones de la boleta y luego una opción que está muy cerca del día de la votación, que entonces te impide entrar en la boleta».
-¿Es un cronograma apurado?
-Se han dado otras elecciones presidenciales con menos tiempo. No se trata de una elección exprés, sin embargo es una elección con algunos procesos exprés como el que tiene que ver con el registro electoral.
«El Consejo Nacional Electoral tiene una mora con la inscripción de los jóvenes que se aproximan a los tres millones. Eso implica un problema que afecta a la motivación de los jóvenes por inscribirse. También están las diferentes asociaciones u organizaciones de la propia sociedad que no han hecho esfuerzos desplegarse y todo lo necesario para conquistar esa voluntad del joven de inscribirse», señala la consultora política..
Es muy importante porque el registro electoral es una fuente de registro, si los jóvenes no se inscriben, no podrán ni votar ni que voten por ellos es decir, se les niega tanto lo que se conoce como el sufragio pasivo y el activo.
–¿Qué pasa con las tarjetas?
-Hasta este momento las tarjeta están prácticamente enumeradas las tarjetas lo que obliga a una negociación entre los diferentes partidos políticos y aspirantes. La propia candidata Machado no tiene una tarjeta. Entonces eso tiene que ver un poco con las opciones del mundo opositor. Pareciera que no queda otra que ir con la voluntad de cambio independientemente del actor.
-¿A qué se refiere?
-En una lección, donde se ha inhabilitado a una candidata que tuvo el reconocimiento de dos millones punto cinco votos, que hasta este momento nadie lo ha desmentido, pero tampoco lo han demostrado, eso genera la idea y proyección de que cualquier candidato puede ser inhabilitado. En este momento la voluntad de cambio es superior a la lealtad hacia el gobierno de Maduro. Lo que pasaría es que los votos contrarios a esa reelección de Maduro si están dispersos, fragmentados, no cohesionados, sin voto en bloque, le darían el triunfo.
Agrega la experta electoral que el éxito de las primarias fue la generación de «una mediana organización de la sociedad para un proceso electoral donde se vote prácticamente entubado con un solo candidato o candidata. Eso sería lo que haría la diferencia».
«Esa esa terquedad en la necesidad de cambio, es lo que haría la gran diferencia frente al Gobierno» sostiene.
-¿Pero el Gobierno «no es mocho». Juega y sabe jugar duro?
-El Gobierno Nacional sintiendo que los votos son muy negativos hará todo lo posible para fortalecer el voto duro que tiene y debilitar a los factores que tienen contra.
-En eso ha sido muy eficiente.
-Cierto. Los factores que adversan al Gobierno sufren de tristeza, de depresión, de desorganización, de fragmentación. Si la candidata María Corina Machado está pensando que puede generar una sustitución más adelante, eso necesariamente tendría que contar con el apoyo de de todos los partidos.
-El Gobierno va a tratar de que eso no pase.
-Claro y va a decirle a los actores políticos y a la gente es más fácil que negocien conmigo a que negocien con la candidata. Esta postulación entre el 20 y el 25 va a generar un reacomodo de las fuerzas políticas en el sector opositor.
-¿Qué pasa con los electores?
-La oposición no es un conjunto unido en torno a alguien, sino que son unas facciones unida por una candidata para lograr avanzar en el proceso en la ruta electoral. Entonces habría que preguntarse hasta donde llegaría esa apariencia de coalición.
-¿Importa el número de candidatos inscritos?
-Es muy interesante lo que Barinas enseñó y es que cuando los candidatos no tienen pueblo, pues no llegan al 0,5%. En las regionales 2021 la gente entendió que tenía que unirse en torno a alguien y y no se dispersó. No importaba si había mucho candidato, entendían que la utilidad de su voto era muy importante.
«Eso se ha visto en América Latina. Lo que están haciendo los electores al momento de votar, votan por lo inesperado, por lo sorpresivo y eso genera desconcierto. Esa es una gran opción que tiene la oposición. La oposición tendría que trabajar sin estridencia, trabajar todos juntos y votar. Generar un voto útil hacia una candidatura que garantice el cambio y que sea realmente esa ola silenciosa de descontento y de fuerza por cambiar y darle un giro al país que logre realmente vencer al oficialismo.