Los ingresos buscar aliviar el aumento de la escalada insegura por parte de los visitantes
Los escaladores que asciendan al Monte Fuji en su ruta más habitual deberán cancelar 2.000 yenes (unos 12 euros) desde el verano próximo a propósito de aliviar la congestión de la montaña más emblemática de Japón.
Autoridades locales informaron de la decisión este jueves a la agencia de noticias Kyodo, en un intento por disminuir el sobre turismo en la montaña, además de evitar las prácticas como la “escalada bala”, en la que los turistas llegan a la cima sin hacer parada durante la noche.
Para el cobro de la tarifa, se establecerá una puerta en la quinta estación del sendero Yoshida, el más usado por los escaladores, y al que se puede acceder por bus o taxis.
Los ingresos serán para prevenir la escalada insegura y construir un refugio en caso de que la montaña entre en erupción, una cifra independiente al donativo de 1.000 yenes (unos 6 euros) que hacen algunos escaladores voluntariamente para apoyar la limpieza y el mantenimiento de la montaña.
El volcán más conocido del país asiático, que culmina a 3.776 metros, está abierto a senderistas de julio a septiembre, lo que atrae a cientos de miles de visitantes. Sin embargo, el Monte Fuji viene sufriendo desde hace pocos años un considerable aumento en la afluencia de turistas y escaladores, lo que ha generado el incremento del tráfico en sus inmediaciones, además de basura y problemas de suministro.
Durante la época de escalada, se estima que unas 4.000 personas suben al Fuji diariamente.