El alcalde de Nueva York, Eric Adams, declaró a las redes sociales como una “toxina ambiental” y una “amenaza para la salud mental” de los niños, niñas y adolescentes
Las redes sociales siguen siendo objeto de evaluación en diversos países, ante el aumento de casos de depresión, desórdenes alimenticios, reducción de la autoestima, complejos, en jóvenes entre 13 y 17 años.
En Estados Unidos, se han realizado campañas para exigir mayor supervisión sobre los algoritmos que usan empresas como Meta (Facebook e Instagram), demandada por 41 estados y el Distrito de Columbia, por promover conscientemente funciones adictivas que dañan la salud mental de los jóvenes y, según especialistas, causan una grave crisis de salud mental en todo el país.
Este pasado 24 de enero, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, declaró a las redes sociales como una “toxina ambiental” y una “amenaza para la salud mental” de los niños, niñas y adolescentes.
En el discurso anual sobre el estado de la ciudad, comparó el efecto de las redes sociales en los jóvenes con el que en el pasado han supuesto el tabaco y las armas, y anunció que tomará medidas para proteger a los estudiantes de la ciudad de los peligros en línea.
Asimismo, criticó a las compañías tecnológicas como TikTok, Youtube y Facebook por diseñar sus plataformas con características adictivas y peligrosas, y dijo que no permitirá que pongan en peligro la salud mental de los niños, reseña un artículo en el portal web El Debate.
Adams ofreció sus declaraciones apoyado en un informe del Departamento de Salud Mental de la ciudad, donde refleja que un 77 % de los alumnos de secundaria pasan tres horas o más al día delante de una pantalla en su tiempo de ocio lo que afecta su autoestima, relaciones sociales y su capacidad de gestionar su tiempo.
Recordó que en 2021 un estudio demostró que el 38 % de alumnos de secundaria tuvo sentimientos de desesperación que llevó a cesar sus actividades habituales.
Nueva York es la primera ciudad estadounidense en emitir una alerta sanitaria de este tipo, y espera que otras ciudades y estados se sumen a la iniciativa para exigir más responsabilidad a las empresas de redes sociales.
“No podemos quedarnos mirando y dejar que las grandes tecnológicas moneticen en la intimidad de nuestros hijos”, puntualizó.