Rusia dice que es «un acto completamente monstruoso» el hecho de que Ucrania «haya matado a los prisioneros, sus ciudadanos que debían volver a casa en prácticamente 24 horas»
Al cumplirse 701 días de guerra en Ucrania, El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne de urgencia este jueves a petición de Moscú, que acusa a Ucrania de haber derribado un avión de transporte militar ruso y matado a todos sus pasajeros, entre ellos 65 prisioneros de guerra ucranianos que debían ser intercambiados ese mismo día.
Los equipos de emergencias han encontrado las cajas negras del avión ruso Il-76 estrellado que serán llevadas a analizar a Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó de «acto completamente monstruoso el hecho de que los ucranianos hayan matado a sus prisioneros, a sus ciudadanos, que debían volver a casa en prácticamente 24 horas» y consideró que el incidente podría afectar a la continuación del «proceso» de intercambio de prisioneros con Ucrania.
Poco después un miembro de la Duma rusa aclaró que Rusia hablaría «hasta con el diablo» para traer de vuelta a sus soldados capturados.
Por su parte, desde Kiev se insiste en que el avión transportaba misiles y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski pide una «investigación internacional». Ucrania no ha confirmado que derribara el avión de transporte militar y tampoco que hubiera prisioneros ucranianos a bordo.
La inteligencia ucraniana (GUR) ha confirmado que el intercambio de prisioneros estaba previsto y que de ser cierta la versión de Moscú le responsabiliza de no haber informado, como era su obligación, de avisar a Ucrania de que el avión transportaba a una zona fronteriza soldados cautivos.
Al menos seis heridos por los 14 drones lanzados esta pasada noche por Rusia hacia el sur de Ucrania, de los que once fueron derribados. En Odesa, la ciudad portuaria del Mar Negro, una instalación industrial fue alcanzada así como resultaron dañados edificios residenciales e infraestructura civil.
Por su parte, Ucrania reivindicó un ataque con drones contra un complejo petrolero del sur de Rusia, donde resultaron dañadas una refinería en Tuapsé y una «unidad de tratamiento de petróleo».