Su misión se centró en promover la educación en niños y jóvenes para ofrecerles un mejor futuro
César Alierta Izuel, uno de los grandes empresarios de España, reconocido y premiado internacionalmente, falleció el pasado miércoles en Zaragoza a los 78 años.
Alierta fue reconocido y premiado internacionalmente gracias a su trayectoria por Telefónica, la cual no hubiese podido entenderse sin su ejemplo, legado profesional y personal, así como su visión estratégica y vocación para crear una empresa dedicada a conectar la vida de las personas.
Alierta nació el 5 de mayo de 1945 en Zaragoza. Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y Máster en Administración de Empresas por la Universidad de Columbia (Nueva York) en 1970, fue presidente de la Comisión de Retribuciones y vocal de la Comisión de Nombramientos en el Consejo de Administración de International Consolidate Airlines Group (IAG), miembro del Consejo de Administración de China Unicom, presidente del desaparecido Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), y formó parte además del Columbia Business School Board of Overseers. También era miembro de Número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España.
En su última etapa al frente de Fundación Telefónica y de Fundación ProFuturo tuvo la misión de hacer un mundo mejor, mediante la digitalización y la educación.
“La educación es la principal herramienta de cambio para la transformación y la inclusión social”, solía decir Alierta, mensaje con que defendía su objetivo de contribuir a mejorar la educación de niños y niñas vulnerables de todo el mundo para darles una opción de futuro.
El Consejo de Administración de Telefónica, los Patronatos de Fundación Telefónica y Fundación ProFuturo, encabezados por el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, lamentaron su pérdida y resaltaron la visión estratégica y legado que Alierta deja en la compañía, además de su ingente labor social y educativa como responsable de Fundación Telefónica y de Fundación ProFuturo en los últimos años.
“Es un día triste para la familia Telefónica. Todos somos depositarios del inmenso legado que nos deja César Alierta, un corazón abierto de par en par, apasionado, inteligente y valiente. Su visión de futuro y su intuición le llevaron siempre a intentar cambiar el mundo a mejor. El profundo amor por su Zaragoza natal le permitió pasear su tierra por todos los rincones del mundo. Muchas gracias, querido amigo”, declaró José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.
Todos los trabajadores de Telefónica están convocados mañana al mediodía en las diferentes sedes de la operadora en el mundo para rendirle un homenaje y guardar un minuto de silencio en memoria de César Alierta.