La Red Sindical Venezolana comenzó una campaña nacional de recolección de firmas para exigir cinco puntos, firmas que se entregarán en Miraflores, en la Vicepresidencia y a organismos internacionales
Marchas, concentraciones. Megáfonos, panfletos. Parece que las trabajadoras y los trabajadores venezolanos han recurrido a todas las formas de protesta para reclamar mejores salarios, respeto por los contratos colectivos. Sin dejar las manifestaciones, ahora transitan otro camino: el de avalar con firmas sus demandas. La Red Sindical Venezolana comenzó la semana pasada una jornada nacional para que las trabajadoras y los trabajadores rubriquen -en una planilla en papel o de forma digital- cinco exigencias al gobierno.
«Estamos haciendo todo lo posible para que el reclamo no sea avalado nada más por los dirigentes sindicales, sino por los trabajadores», precisa Mauro Zambrano, dirigente del Sindicato de Hospitales y Clínicas e integrante de la Red Sindical Nacional. «Es una política que los trabajadores anhelan, y quieren que se respeten estos beneficios».
Se han organizado más de 3 mil protestas, calcula, y a las acciones de calle ahora se sumarán las firmas. Es «un mecanismo más democrático, que nos llama también a lograr organizar mejor y tener mejor informada a la gente para cualquier eventualidad», confirma a contrapunto.com.
Esto no implica dejar de lado otros mecanismos. «Nosotros no abandonamos ninguna vía. Simplemente que vemos que hay un rechazo a las políticas del gobierno hacia los trabajadores. Una de ellas es la política de los bonos, que la tiene el empresario y la tiene el sector público. La bonificación representa 95% del ingreso de los trabajadores del sector público y 98% del ingreso del sector privado. No puede ser que los bonos no entren en ningún beneficio de los trabajadores», subraya.
Zambrano está luchando para que los bonos sean tomados en cuenta para aguinaldos, vacaciones y prestaciones sociales. «Ya todo el mundo dice que los bonos deben ser salario», indica.
Hay, también, una dolarización de facto en Venezuela, recuerda. «Los trabajadores ganamos en bolívares que están totalmente devaluados, que no están anclados a nada. Eso lleva a que cada día un trabajador gane menos: entre 3 o 5 dólares. Los aguinaldos fueron 8, 9 dólares; no son aguinaldos. Ese concepto ha cambiado, porque ¿quién puede hacer Navidades con ese pago? Absolutamente nadie».
La plataforma Patria se convirtió en un problema, porque al apropiarse de las nóminas de las instituciones públicas puede recortar beneficios y dejar de entregar aportes, descontarles a los trabajadores y no entregar el dinero a quien corresponde. «Hemos encontrado que a las cajas de ahorro les adeudan 100 millones de dólares. Los pagos a terceros no llegan a las instituciones correspondientes, como la ley de política habitacional, el IVSS, las cajas de ahorros. Los trabajadores no sabemos para dónde van esos fondos; sea poquito o sea mucho no hay transparencia». La culpa «es de Patria, porque las instituciones pasan las nóminas y se las echan para atrás». Por eso «estamos exigiendo que las nóminas vuelvan a sus entes naturales».
El instructivo de la Onapre, vigente desde marzo de 2022, «aplasta las contrataciones colectivas, y un trabajador de la salud, de Cantv, que tenga mejores condiciones por la contratación colectiva, simplemente con la Onapre se perdió», refiere. En consecuencia, repetirán su rechazo al instructivo y solicitarán derogarlo.
El pago de cestaticket a los jubilados es otro elemento que anima la recolección de firmas, porque algunos lo reciben y otros no. «Nosotros estamos exigiendo la homologación del cestaticket para todos los jubilados del sector público».
Zambrano deplora que en el gobierno llame al diálogo «pero no para los problemas de los trabajadores públicos y de la gente», sino «para hacer ver que son democráticos». Sin embargo, «cuando reclamamos en el sector salud» la respuesta es la jubilación de oficio. Calcula que hasta agosto han sido jubiladas 20 mil personas, de las cuales 57 son dirigentes sindicales. «Son políticas que han tomado contra los trabajadores y que, por supuesto, nosotros las vamos a combatir».
La campaña de recolección se mantendrá por varias semanas más. Hasta la fecha se han reunido más de 5 mil firmas. «En el sector salud esperamos más de 10 mil firmas», y con el respaldo de otros sectores «llegar a 20 mil o 30 mil firmas». Todas las rúbricas se llevarán a la Presidencia y a la Vicepresidencia, y se entregarán a organismos como la OIT.