Los detractores aseguran que la propuesta es antidemocrática y más restrictiva que la propuesta por el dictador Augusto Pinochet
Este martes 31 de noviembre El Consejo Constitucional de Chile aprobó con 33 votos a favor y 17 en contra el proyecto de una nueva Carta Magna que será sometido a un plebiscito el próximo 17 de diciembre.
La aprobación del proyecto generó una fuerte controversia, puesto que se acusó a la derecha y ultraderecha de haber impuesto su mayoría en este órgano, sin tomar en cuenta los puntos de vista del resto de las fuerzas políticas.
Tras las recientes controversias, los consejeros dejaron en evidencia que sus posturas son irreconciliables.
El presidente del país, Gabriel Boric, recibirá el borrador de la nueva Constitución para la semana que viene reseña EFE.
Quienes se oponen a los cambios explican que es un texto que genera más polarización puesto que representa el abuso de la derecha en el país. Una derecha que según opiniones «fracasó en el objetivo de redactar una mejor Constitución.»
Los detractores aseguran que la propuesta es antidemocrática y más restrictiva que la propuesta por el dictador Augusto Pinochet.
«Es resultado de la actitud irresponsable y antidemocrática» de los consejeros opositores al Gobierno.»
Igualmente señalaron que es «una Constitución para los ricos», que no reconoce derechos de las mujeres ni de los pueblos indígenas y en la que predomina una visión conservadora.
Quienes defienden las nuevas leyes argumentan que la izquierda debe asumir el «estrepitoso fracaso» que tuvo en el plebiscito del año pasado puesto que ésta es una nueva propuesta que sí refleja al Chile que merece la mayoría de la población.»
Los impulsores definen la nueva Carta Magna como promotora y garante de seguridad, orden, libertad y valores, ya que ésta respeta el derecho a la vida desde la concepción, reconoce que Chile es una «nación única indivisible» y fortalece la institucionalidad.