Guterres y Spoljarric aseguran que el desarrollo y proliferación de las máquinas podría cambiar la manera en que se libran las guerras y contribuir a la inestabilidad mundial
Este viernes 6 de octubre, la ONU y la Cruz Roja, se pronunciaron en una alerta para denunciar las consecuencias de las armas autónomas, conocidas como «robots asesinos», con el fin de que se establezcan nuevas reglas internacionales que protejan a la humanidad.
El secretario de la ONU, Antonio Guterres, y Mirjana Spoljaric, presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, señalaron que lidiar con estas armas es una «prioridad humanitaria».
Ambos llaman a los Estados a establecer prohibiciones y restricciones específicas sobre los sistemas de armas de aquí a 2026. Esto con el fin de «proteger a las generaciones presentes y futuras de las consecuencias de su uso».
El alerta y el rechazo ante la intervención de éstas máquinas se debe a que los robots aplican la fuerza sin intervención humana «suscitan graves preocupaciones humanitarias, jurídicas, éticas y de seguridad», agregó el comunicado.
Guterres y Spoljarric aseguran que el desarrollo y proliferación de las máquinas podría cambiar la manera en que se libran las guerras y contribuir a la inestabilidad mundial.
«Debemos actuar ahora para preservar el control humano de la fuerza. Las decisiones de vida o muerte deben quedar bajo control de las personas», afirmó el comunicado.
El desarrollo de las nuevas tecnologías y el avance de la Inteligencia Artificial, podrían convertirse en agregado para otorgar más poder de acción para estas máquinas, por lo que ambos organismos instaron a la prohibición de los sistemas de armas autónomas.
Aunque el derecho internacional prohíbe ciertas armas y establece restricciones sobre el uso de otras, sin un acuerdo específico sobre las armas autónomas los Estados pueden tener «maneras diferentes» de aplicar esas reglas.
Las normas internacionales serían «un paso esencial para evitar que la humanidad sufra consecuencias terribles», agregaron.
«Llamamos a los líderes mundiales a poner en marcha las negociaciones de un nuevo instrumento vinculante que establezca prohibiciones y restricciones claras sobre los sistemas de armas autónomos. Debemos concluir esas negociaciones antes de 2026», puntualizó el comunicado.