La intolerancia a la lactosa se produce porque no tenemos las enzimas digestivas para digerir ciertos nutrientes, en este caso la lactosa
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el 75% de la población mundial sufre de intolerancia a la lactosa en mayor o menor grado, y en muchos de éstos casos, se presentan síntomas que recuerdan al síndrome de intestino irritable.
Lo cierto es que la intolerancia a la lactosa es un cuadro clínico caracterizado por dolor abdominal, náuseas, flatulencias y diarreas que se presentan debido a la ingestión de alimentos que contienen lactosa.
Los índices de la OMS señalan que en las personas de raza blanca, la intolerancia a la lactosa se presenta en los niños mayores de 5 años, puesto que esta es la edad en la que nuestros cuerpos pueden dejar de producir lactasa. En las personas afroamericanas, el problema puede presentarse desde los 2 años.
En adultos de origen asiático, africano y nativo americano la intolerancia a la lactosa es más común de lo que se cree, y es menos común en personas de origen europeo del norte u occidente. Muchos niños pueden nacer con un defecto genético que hace que no sean capaces de producir la enzima lactasa que se encuentra en los productos lácteos como la leche, el queso y sus derivados.
En entrevista para Contrapunto.com, Juan Miguel González, nutricionista clínico en el Centro Médico Docente La Trinidad nos comenta todo lo relacionado a la intolerancia a la lactosa.
-La intolerancia a la lactosa se produce porque no tenemos las enzimas digestivas para digerir ciertos nutrientes, en este caso la lactosa. Cuando somos intolerantes a los lácteos es porque no tenemos la enzima de las lactasas para digerir la lactosa y esto crea un efecto irritante y osmótico a nivel intestinal que causa diarreas, incluso diarreas crónicas que pueden condicionar nuestra salud.
Se dice que muchas alergias son derivadas por los alimentos que consumimos, la intolerancia a los lácteos, ¿pudiera generar rinitis alérgica?
-Podemos ser sensibles, podemos digerir bien la lactosa pero podemos ser sensibles a la proteína de los lácteos que generalmente es la caseina y esto causa una reacción inmunológica porque todo nuestro organismo está conectado. Lo que pase en el intestino va a afectar a todo nuestro sistema y eso puede condicionar a que el sistema inmunológico esté sensible y haya una mayor reacción en cuanto a alergenos ambientales. Así aumentan las rinitis alérgicas, la producción de moco, porque un sistema de protección del organismo cuando hay estos casos de sensibilidad aumentan la producción de moco. Uno de los lugares donde va a aumentar es a nivel nasal, en toda la parte de los senos paranasales aumenta la mucosidad.
¿Vivimos con rinitis por esto?
-Sí, si tenemos una exposición frecuente a ese alergeno, el mismo que causa la rinitis alérgica. Así se incrementa la producción de moco y la irritación de las mucosas de todos esos tejidos orofaringeos. Se trata de estas rinitis que llevamos muchas veces y que no nos damos cuenta, sino que decimos: hay polvo en el aire, es que es el clima, etc, etc, y resulta que es un componente alimentario que nos está afectando. Uno sufre de rinitis, pero no sabe que esto tiene que ver con algún alimento y el sistema gástrico.
¿El sistema gástrico está conectado entonces al sistema inmunológico?
-Sí, tenemos un fuerte componente inmunológico a nivel de intestino, que se conecta no solamente a nivel respiratorio, nos conecta a nivel neurológico. Si está afectada la microbiota puede afectar la microbiota de la piel y otros componentes a nivel de nuestro organismo. Todo está conectado, y como siempre digo, si la puerta de entrada que es el intestino no está saludable, no está adecuada, todo nuestro sistema va a fallar.
En el caso de la gente que es intolerante al gluten , ¿cómo se produce la reacción?
-Ante la intolerancia al gluten la mejor prueba se presenta por la sintomatología del paciente. Apenas come cualquier alimento que tenga gluten va a presentar inflamación, diarreas crónicas y pérdida de peso por mala absorción, eso puede generar incluso reacciones a nivel de piel.
¿Cómo saber si somos intolerantes al gluten?
-Hay pruebas clínicas que podemos hacer, pruebas en las que se miden los anticuerpos. La antigliadina, que es una subunidad proteica del gluten, nos permite estudiar la reactividad según los anticuerpos IgG en el consumo de alimentos que sean a base de gluten.
Alimentos sin lactosa y sin gluten
- Frutas y verduras frescas
- Carnes, pescados y huevos sin aditivos ni procesamientos químicos
- Arroz, quinoa, amaranto, tapioca y yuca
- Legumbres como las lentejas, los frijoles, las alubias y los garbanzos
- Frutos secos como nueces, almendras, macadamias y pistachos
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