La adicción al cigarrillo pudiera ser un biomarcador hereditario que podría ser empleado a su vez en la prevención y el tratamiento de fumadores
Un equipo dirigido por las Universidades de Cambridge y Warwick, Reino Unido, conjuntamente con la Universidad de Fudan, China, concluyeron en que la reducción de la materia gris en los lóbulos frontales del cerebro se relaciona con la adicción a la nicotina y el tabaquismo.
El estudio arrojó que un grupo de 800 jóvenes que se encuentran en edades de 14 a 23 años, y quienes eran fumadores desde la adolescencia, registraron una menor cantidad de materia gris en una sección del lóbulo frontal izquierdo.
Menos materia gris en el lóbulo frontal izquierdo podría disminuir la función cognitiva y conducir a la «desinhibición», señalaron los expertos. Esto podría conducir a comportamientos impulsivos para romper ciertas reglas sociales.
La materia gris es el tejido cerebral que alberga el cuerpo de las neuronas de este órgano, por lo que el bajo volumen de las mismas, pudiera ser un indicio de una adicción marcada por la herencia. «Pudiera ser un biomarcador hereditario», que pudiera ser empleado a su vez para la prevención y el tratamiento de fumadores.
Fumar se ha convertido en el comportamiento adictivo más común en la población y también una de las adicciones más mortales para la humanidad.
El profesor de Cambridge, Trevor Robbins, coautor del estudio, señaló que es más probable que el hábito de fumar ocurra durante la adolescencia. «Cualquier forma de detectar mayor probabilidad de que esto ocurra, ayudaría a salvar millones de vidas», concluyó.