El diputado Bruno Gallo, integrante del comité ejecutivo nacional de Avanzada Progresista, afirmó este lunes que, como alianza Vamos, invitarán a conversar a la directiva del PCV destituida por el TSJ.
Sostuvo que la intervención del PCV «demuestra que a los autoritarios no hay nada que les moleste más que la cuña del mismo palo», y por eso se portan con menos amabilidad con quienes pertenecen a su campo ideológico.
Les aterra «que les compitan lo que ellos creen que es un coto cerrado» de su pertenencia, comentó Gallo. «No aceptan que les compitan con su público natural».
Ellos «no admiten disidencias», subrayó en entrevista con Unión Radio. «Van entregándoles los partidos a gente que les resulte fiel. En algunos casos guardaron las formas y les entregaron el partido a quienes dirigían, pero en este caso, estos son gente que renunció al PCV hace mucho tiempo». Es «gente que había estado más vinculada con el PSUV».
El TSJ no tiene la condición de árbitro para dirimir un conflicto, y en este caso ni conflicto hay, razonó.
Hay que construir cierta normalidad en el Estado, y lo que «acaba de pasar con el PCV no lleva agua al molino de la normalidad», indicó. El gobierno «está intentando atomizar todas las opciones que puedan oponerse».
La intervención de los partidos «siembra desesperanza, poca credibilidad en las instituciones, no se contribuye en nada» sino que el proyecto «se le va imponiendo a la sociedad». La democracia «es un comodín que se ejecuta a conveniencia».
Gallo lamentó que no se ha hecho esfuerzo para generar consenso en torno a ideas, proyectos políticos y agendas mínimas «en las que podamos coincidir quienes podamos llamarnos demócratas». La defensa de la Constitución es un elemento de esa agenda mínima, argumentó, además de temas como la superación de la pobreza.






