El investigador afirma que los venezolanos han desarrollado herramientas para hacer un consumo eficiente de la información. Señala que «nuestros políticos piensan que usando las redes, usando Whatsapp, X (antes Twitter) ya están haciendo el trabajo político que les corresponde y evidentemente no es así»
Marcelino Bisbal ha visto mucho mundo y ha convivido con diferentes fenómenos comunicacionales de la sociedad venezolana y sostiene que se ha agudizado la desconexión de los políticos con la población porque los dirigentes no saben lo que vive el 75% de los venezolanos.
En la presentación del estudio «Consumo y Cultural en Venezuela» del que fue compilador junto a Carlos Correa, tuvimos el honor de conversar un momento con el maestro Marcelino Bisbal.
-¿Usted se siente optimista con el apetito de información que tiene el venezolano en este momento?
-Sí. El venezolano hoy por hoy, lamentablemente, no busca información política por múltiples razones, entre ellas la desesperanza, por la angustia que le ha creado todo este proceso político. Sin embargo, él tiene la necesidad de saber y conocer lo que sucede en su entorno, en su región, en su localidad. El tema de la información local lo busca. El tema sobre la situación económica del país lo busca, porque eso afecta su bolsillo y su poder adquisitivo. Ese tipo de información la busca y luego también requiere de información internacional, porque dado los siete o casi ocho millones de jóvenes que están fuera del país, muchos de esos jóvenes pertenecen a estas familias que quieren saber qué está ocurriendo en el país donde su hijo está. Entonces se requiere y se necesita de esa información.
-La hipersegmentación de la información no termina intoxicando de digamos de de herramientas a quien está buscando esa información
-Sí y no. Yo creo que en el mundo del presente, que es un mundo que se volvió digital, hay un contexto de hiperinformación y eso significa que el ciudadano tiene que aprender y tiene que adquirir herramientas, si me preguntas cómo no lo sé, pero herramientas para tomar la buena información y desechar la que no es buena. Sin embargo, la encuesta que nosotros hemos hecho, nos dice que en el contexto venezolano casi un 65% sabe que mucha de la información que le viene vía what’sapp, por ejemplo, es información falsa. Eso significa que el ciudadano ha adquirido, de alguna manera, producto de la práctica, producto de la experiencia, unas herramientas para desechar la mala información y tomar la buena.
-¿Cuál es el mecanismo que utiliza el venezolano?
-Lo decía Carlos Correa, yo creo que la confrontación con el otro igual a él. “-Mira recibí esta información que te parece a ti. – Yo recibí la contraria”. La contrasta y así sucesivamente. Por eso en el contexto, venezolano -diría que en el contexto planetario- el contacto y la relación cara a cara es realmente muy, muy importante, indispensable.
-Vemos una clase política desconectada de la población. Es parte de esa crisis de infoxicación que existe en este momento.
-Nosotros hicimos un pequeño folletito, que nos pidió el padre Virtuoso en su momento, sobre un barrio que se llama Santa Ana, que está en la parte alta de La Yaguara haciendo frontera con la carretera vía a El Junquito. Recorrimos el barrio al que yo jamás había ido. Conocimos el barrio y vimos como se mueve el ciudadano del barrio. Le preguntábamos: ¿Por aquí han subido dirigentes del sector público o dirigentes del sector opositor? La respuesta era “no. Solo suben en momentos electorales”. Eso lo que nos dice es que nuestros políticos, tanto de un sector como de otro, están desinformados de lo que pasa en esa localidad, en esa realidad. En ese sentido el ciudadano se siente perdido realmente.
-Esa queja de que los políticos solo suben en elecciones la tuvo usted en su momento, mi generación la sufrió y ahora se repite.
-Pero ahora es mucho más fuerte y eso no habla bien del sector político que nos gobierna, ni de los opositores. Ellos se mueven en una realidad que no es en la que se mueve la mayoría de los venezolanos.
Bisbal finaliza diciendo que debe tomarse en cuenta que «el 75% de nuestros venezolanos, de nuestros compatriotas vive en la pobreza, viven en el mundo del barrio, que tiene unas características muy particulares. Ahora la cosa se complica mucho más, porque nuestros políticos piensan que usando las redes, usando wasap, Twitter ya están haciendo el trabajo político que les corresponde y evidentemente no es así. El ciudadano necesita la relación cara a cara con el que lo quiere gobernar, o con el que tiene el poder y eso es lo que no está ocurriendo».