El objetivo central de los encuentros en la Amazonia fue articular y fortalecer la incidencia política del movimiento indígena, especialmente en relación con la defensa de los territorios y de la selva
Este viernes 28 de julio, líderes de 54 pueblos indígenas dieron plazo hasta el 9 de agosto para que el estado brasileño se pronuncie en relación a la demarcación de tierras nativas.
«Exigimos que el Estado brasileño nos responda hasta el 9 de agosto de 2023, cuando se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas», afirmaron los firmantes del llamado Manifiesto de la cita del cacique Raoni Metuktire.
Luego de cinco días de debates en la Amazonia, los textos exigen inclusive al presidente del país, Luiz Inacio Lula da Silva, y a los tres poderes de esa nación, una postura específica en relación a esta problemática con la que se exige el reconocimiento de la tierra ancestral de los pueblos originarios a apenas las que ellos ocupaban el día de la promulgación de la Constitución, el 5 de octubre de 1988.
Recordemos que entre 1945 y 1988 fue un período de agitación política y violaciones de los derechos humanos en Brasil, incluyendo la dictadura, (1964-1965), en los que muchos indígenas fueron expulsados de sus territorios.
Con la aplicación del marco temporal establece «precedentes para la invasión y explotación de nuestras tierras por intereses económicos que nos afectarían no solo a nosotros, sino también a 55 millones de hectáreas de selvas nativas» por gases contaminantes.
El objetivo central de los encuentros en la Amazonia fue articular y fortalecer la incidencia política del movimiento indígena, especialmente en relación con la defensa de los territorios y de la selva.
Se debatieron cuestiones cruciales para la supervivencia y preservación de las comunidades originarias, con destaque para el tema del marco temporal, objeto de discusiones en el Supremo Tribunal Federal y el Congreso Nacional, enfrentando fuerte presión del poderoso sector rural interesados en su adopción.






