Empresa de transporte se hizo cargo de los gastos funerarios del traslado de los cadáveres
Los cadáveres de los siete migrantes venezolanos que perdieron la vida, el 22 de julio, en el accidente de un autobús en Santander, Colombia, fueron repatriados entre el pasado domingo y el lunes.
El traslado se realizó el carrozas fúnebres desde Colombia a Caja Seca, en el estado Zulia, y de donde provenían la mayor parte de las víctimas identificadas como Ángel Torres, Norelys Monsalve, Jehyson Aguiar, Diannys Ocanto, Jordan Andrés Picón González y Algenis Júnior Perozo Semprúm.
En el lugar, los familiares y residentes le rindieron homenaje, tras esperar que Expreso Brasilia, empresa dueña de la unidad de transporte, finalizara la coordinación de las funerarias para iniciar el traslado a Venezuela.
Previamente, la compañía informó que se encargaría de la cobertura de los gastos médicos y quirúrgicos, farmacéuticos y hospitalarios, gastos de transporte y movilización de víctimas para el traslados de los lesionados o cuerpos a sus sitios de origen, incapacidad permanente y funerarios.
Asimismo, un niño de 4 años fue trasladado a Barranquilla, donde reside la mayoría de su familia, y otra víctima se encuentra en la sede del Instituto de Medicina Legal de Bucaramanga, porque no lo habían identificado.
Hechos
El pasado sábado, un autobús cayó a un abismo y la mayoría de las víctimas eran ciudadanos venezolanos que pretendían llegar a Estados Unidos y, según declaraciones, el conductor iba a una alta velocidad.
En el sector conocido como Límites, el conductor al tomar una curva siguió derecho y se salió de la carretera rodando 200 metros por el abismo.