La alimentación carente de algunos nutrientes influye en el desarrollo de enfermedades físicas y mentales en los niños
Según la organización Voz Pro Salud Mental Ciudad en México, una alimentación saludable aumenta la autoestima y mejora la salud mental de niños y jóvenes, por lo que es esencial que los padres y madres cuiden la alimentación de sus hijos de cara al inicio vacacional.
A finales del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS), consideró a regiones sudamericanas mal nutridas. Lo que significa que, mientras algunas personas tienen insuficiencia de nutrientes (desnutrición), otras cuentan con un excedente alarmante de nutrientes y vida sedentaria (sobrepeso, obesidad).
La alimentación carente de algunos nutrientes evidentemente influye en el desarrollo de enfermedades físicas y mentales.
“Un niño o una niña con desnutrición crónica puede tener problemas de aprendizaje en la etapa escolar, anemia, malestares cardíacos y cefalea, entre otros.
La obesidad infantil también trae consigo enfermedades graves a futuro, como la predisposición a la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto y enfermedades en vías coronarias” agrega Gabriela Cámara Cáceres, presidenta honoraria de Voz Pro Salud Mental.
En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) del 2022 se reportó que un 18.1% de los niños fue diagnosticado con obesidad y uno de cada cinco adolescentes (17.2%), con obesidad y sobrepeso.
En contraste, investigaciones científicas comprueban que ciertos alimentos favorecen la salud mental, como los ácidos grasos, las vitaminas, los minerales, los cereales y las leguminosas, además de las proteínas animales y vegetales.
Un estudio de la Universidad de Harvard publicó que el consumo de los ácidos grasos, que se encuentran en el Omega 3 de algunos pescados, disminuyen los síntomas depresivos y nutre al cerebro, así como el consumo de verduras verdes que aportan vitaminas, frutas, pescado, nueces, frutos secos, avena, huevos y la debida hidratación con agua natural.
Por lo que la llamada «comida chatarra» sólo es una solución momentánea al abatimiento del hambre, ya que la saciedad que proveen no contiene los nutrientes que el cuerpo necesita.
Gabriela Cámara subraya que es importante evitar el azúcar, la sal y la harina; recomienda balancear la dieta con el Plato del Bien Comer —una tercera parte de vegetales, una tercera parte de proteína y una tercera parte de carbohidratos— así como consumir de colación fruta o verdura. También es importante planear el menú semanal y aumentar el consumo de frutas, verduras y proteínas.
Adicional a lo anterior, es necesario fomentar las actividades físicas de los hijos, particularmente en estas vacaciones en las que pueden pasar mucho tiempo en las pantallas de los celulares u otros dispositivos.
«Hay que transmitirles el valor del auto cuidado enseñándoles a comer alimentos saludables que les aporten energía y nutran al cerebro, además de inspirarlos a ejercitarse y a tener hábitos saludables. Sentirnos ligeros y realizar algún ejercicio ayuda directamente a la recuperación de nuestra confianza», recomendó Cámara Cáceres.
Fuente Vértigo político