La inflación, la cotización del dólar y la baja producción de alimentos ha provocado que la mayoría de los venezolanos dejen a un lado la predilección sobre sus marcas favoritas y busquen productos más económicos
Según el presidente de la firma encuestadora Datanálisis Luis Vicente León, los venezolanos regresan al consumo básico, son menos fieles a las marcas y buscan precios competitivos.
Señaló que el primer semestre se presenta en términos de consumo como negativo e irregular, puesto que hubo una caída de 6% en consumo agregado.
«Algunos sectores crecieron y otros decrecieron”, y señaló que en Datanálisis se estima que el semestre cierre más o menos en esa rata de merma.
En relación a los rubros que manifestaron un crecimiento y desarrollo, León afirmó que el sector farmacéutico, tecnología y cuidado personal, manifestaron un crecimiento. Sin embargo, el rubro de alimentos tuvo una caída superior al 10%, debido a la baja producción y que «los alimentos representan la mitad del presupuesto familiar.»
Afirmó que el venezolano no está buscando ya tanto la calidad sino la cantidad, debido al alza de los precios y la inflación, que según Henkel García, analista e instructor en Finanzas, director-fundador de @albusdata, es de un 500%.
Para Luis Vicente León, la sensibilidad sobre los precios es ahora un factor que implica que el consumo de alimentos y servicios se enfoque «a probar cosas nuevas, es decir, se redujo la fidelidad de marca», puesto que el venezolano “lo que está tratando es de sobrevivir”.
El medio de pago más importante fueron las tarjetas de débito, en contraste con el uso de dólares cash que predominó en 2022, afirmó León, y destacó que este año «está en segundo lugar», como consecuencia del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF).
El economista pondera que el país debería comenzar a ver en el segundo semestre de 2023 una mejora en el consumo, «especialmente por la actividad que se dinamiza en el último trimestre del año.»
Concluyó que el consumo puede crecer 4.5% al cierre de 2023.