La mujer más importante en la historia del deporte en Venezuela y la que abrió la brecha para las nuevas generaciones tanto en el plano nacional como internacional
Doña Flor Isava nació el 20 de mayo de 1921, la mayor parte de su infancia la vivió en París, y a los 18 años regresó a Venezuela. Como una gran aficionada de los deportes practicó hockey, tenis, golf, y en Venezuela desarrolló su pasión por los deportes ecuestres, lo que la llevó a fundar la Federación Nacional de Deportes Ecuestres en 1947.
Por si fuera poco, esta ilustre venezolana fue miembro del Comité Olímpico Venezolano en 1981, y para las elecciones del Comité Olímpico Internacional (COI) fue postulada junto a una finlandesa. Posteriormente ambas fueron electas como las primeras mujeres en la junta directiva del COI en la historia.
Desde las instalaciones del Club Hípico, Doña Flor Isava celebró sus 98 años de vida, y presenció otra edición del clásico de equitación que durante 31 años ha llevado su nombre, y que gracias a su apoyo ha permitido promover a las jóvenes promesas de esta disciplina en Venezuela.
Contrapunto tuvo el honor de conversar con la homenajeada con motivo de otro año más de su exitosa vida. «Me siento muy feliz de estar otra vez en el Club Hípico, uno de mis preferidos y en este clásico número 31, imagínate que mucha gente que lo organiza para mí, no me vio montar nunca» (risas).
«En la víspera de mi cumpleaños, este torneo todos los años representa uno de los días más felices, donde puedo sentir muy de cerca el cariño de la gente», subrayó.
Su legado
Con una mirada risueña, y con la lucidez que la ha caracterizado durante toda su vida, Doña Flor Isava nos comentó acerca de lo que ha sido su legado: «Yo me he pasado la vida trabajando siempre por algo, y para lograr metas, hoy estoy cumpliendo 98 años de edad y sigo manteniendo que las dificultades son un reto. Me siento muy contenta porque los trabajos se han venido realizando. Ya no me toca seguir desarrollándolo, pero siento que todo ha sido muy satisfactorio.
«Ha habido momentos difíciles pero hemos salido adelante, nunca nos hemos quedado dormidos. A mí siempre me han gustado las tempestades, me estimulan» (risas)
A las nuevas generaciones
Siendo la mujer más influyente en la historia del deporte venezolano, la humildad es una de sus principales características, lo que expresa con confianza acerca de las nuevas generaciones: «A las nuevas generaciones solo les puedo decir que se preparen. Ya nada tienen que ver con nosotros que somos del siglo 20».
Destacó que, en estos tiempos, las generaciones deben ser comprendidas: «Hay que entenderlas, estudiarlas y comprenderlas. Siempre va a existir un poco de trabajo para los viejos», finalizó entre risas.
La clave de su éxito
Interrogada acerca de la clave de su éxito, Doña Flor Isava no dudó en afirmar, que todo se lo debe al trabajo. «A mí me estimula el trabajo, me gusta alcanzar metas y, cuando pierdo, en vez de estar lloriqueando por allí, me siento a corregir lo que haya que corregir».
Deportista plena
Como mencionamos al principio, Doña Flor Isava practicó un gran número de deportes, por lo que quisimos indagar un poco en torno a sus preferencias. «Tú te vas a reír, pero a mí me encantaba practicar tenis, y al principio había campeonatos de equitación y tenis al mismo tiempo. En ese momento, el cariño al caballo se llevaba la preferencia».
Y ese cariño la llevó a continuar al máximo en la equitación, aunque siguió jugando tenis. «Luego mayor cuando ya arrastraba un poco el pie (risas), jugué un poco al golf, un deporte muy difícil, aunque puedes ir caminando», prosiguió siempre jocosa en su declaración.
Doña Flor hizo un alto en su carrera deportiva al ser nombrada como miembro del COI, ya que según sus palabras, al ingresar a esta institución las responsabilidades se enfocaron al 100% en su nueva actividad.
Pionera para las mujeres en el COI
De su elección como primera mujer en la junta directiva del Comité Olímpico Internacional, afirma que es un trabajo que «envicia», en el buen sentido de la palabra.
A pesar de las dificultades, cataloga el trabajo como apasionante, y destaca la labor que se hace para combatir el dopaje entre los atletas.
Anécdota especial
Aunque no se quiso comprometer con una anécdota en específico, ya que destaca que todas fueron muy buenas, recuerda cuando estuvo esperando los resultados en las elecciones para formar parte del COI, en donde estaba algo nerviosa. «Yo me preguntaba porque me había metido en eso, pues los resultados duraron como 2 horas, muy largas para mí, y con unos candidatos estupendos además».
El orgullo de sus logros no lo oculta y lo compartió con nosotros: «Para mí es un orgullo haber formado parte de las dos primeras mujeres que entramos al COI. Una muchacha finlandesa muy joven y yo. ¡Imagínate! Una finlandesa y una venezolana, ninguno de los dos países destacadísimos en deportes por los que sentimos una gran emoción».
Rompiendo paradigmas
Doña Flor no olvida cuando el fundador de los Juegos Olímpicos, El Barón Pierre De Coubertin, expresó que las mujeres eran solo el «adorno en las tribunas», hecho que se mantuvo así hasta que Juan Antonio Samaranch resolvió que iba a colocar a las primeras mujeres dentro del COI.
«Ya desde hace un tiempito eso, saca tu la cuenta que yo me equivoco», prosiguió entre risas.
Finalmente destacó la satisfacción que siente por ser pionera del rol de la mujer en el COI.
Por todas estas razones, hoy el deporte en Venezuela y en el mundo, celebran los 98 años de esta ilustre dama, Doña Flor Isava.