La revista Plus One publicó un reciente estudio en el que se demuestra que muchos individuos sufren de una distorsión de la memoria similares a las personas que permanecen encerradas en la cárcel producto de la pandemia
La Universidad de Aberdeen en el Reino Unido publicó un estudio que demuestra que el confinamiento por COVID-19 generó efectos en la memoria similares a estar en prisión.
La investigación arrojó que una importante muestra de personas tienen ahora problemas para recordar la cronología de acontecimientos recientes.
La investigación publicada en la revista de acceso abierto Plus One, realizada en 2022, señala que los efectos se reproducen en lapsus que provocan cierta percepción distorsionada del tiempo observada en una gran muestra de presidiarios.
Personas que vivieron encerrados bajo la pandemia registran ahora niveles similares de error en acontecimientos ocurridos hace apenas un año. Éstas personas además sufrieron de depresión, angustia, ansiedad y depresión producto de un «Sentimiento de soledad».
Éstas distorsiones emocionales influyeron negativamente en la capacidad para registrar el tiempo. La capacidad para precisar los eventos que se suscitaron en 2021, fue distinta a la capacidad para registrar eventos dos años anteriores e incluso en 2017.
El aislamiento social produjo un bloqueo en la capacidad de registrar eventos debido a la imposibilidad de celebrar cumpleaños, aniversarios, bodas y otros acontecimientos importantes para la vida cotidiana y común.
Los investigadores también anunciaron que en general, la población a nivel mundial sufrió de ansiedad, y desarrolló una especie de memoria borrosa que está relacionada con la necesidad de olvidar la gran angustia que provocó este acontecimiento de 2019 a 2022.