A las 10 de la mañana Parque Carabobo era un hervidero. En la avenida Universidad se concentraron los jubilados y pensionados que decidieron manifestar este 29 de mayo a propósito de conmemorarse el Día del Adulto Mayor. En la propia plaza se reunieron las abuelas y los abuelos que acudieron a un operativo organizado por el Saime y el Ministerio Público justo el mismo día y en el mismo lugar de la protesta.
Tres cartas tenían previsto entregar, como lo detalló Pedro García, presidente de la Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados de la Región Capital. Una de ellas, en la Asamblea Nacional, para exigir que se apruebe una ley de aumento de sueldos y pensiones. La otra, en el Ministerio del Trabajo, para reiterar la solicitud de activación de la comisión que debe implementar el pliego de peticiones de los jubilados y pensionados. Una tercera, en el Palacio de Miraflores, a fin de demandar un decreto presidencial que lleve el ingreso de los venezolanos al costo de la canasta alimentaria.
Para Josefina Guerra, jubilada del magisterio, remarcó que espera que el gobierno cumpla con su deber. ¿De qué vive? «De la misericordia de dios», aseveró.
No estamos celebrando, estamos exigiendo pensiones que nos permitan tener salud y educación, afirmó Roberto Carpio, jubilado del Ipasme.
«No al exterminio del adulto mayor», exigió este Leida Brito, la «abuela del casco rojo». Denunció que la pensión sigue bajando y ya descendió a menos de 4 dólares.
«Imagínate tú un adulto mayor ganando una pensión de 130 bolívares, que ahorita vale 3 dólares y medio», expresó Ángel García, dirigente del sindicato de transporte terrestre. «Parece que nos quieren exterminar. ¿O es que las autoridades de ahorita no van a llegar a viejos?», interrogó.
La movilización recorrió la avenida Universidad acompañada por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
También sonaron las cacerolas contra las decisiones del mandatario Nicolás Maduro. «Se desapareció el salario mínimo», lamentó Naucela Gudiño, del sector de enfermería.
Trabajadores activos también marcharon para exigir que se derogue el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre). «El salario que tenemos ahorita es de hambre y miseria», y también, las pensiones, denunció Rubén Darío González, trabajador de la Universidad Simón Bolívar.