Moreno sintió optimismo cuando se enteró de que había sido cambiado de Toronto a Arizona. Pese a que llegó a ser el prospecto número 1 de los Azulejos, sabía que en los D-backs tendría la oportunidad de ser titular
Cuando adquirieron al venezolano Gabriel Moreno en un cambio con los Azulejos de Toronto en diciembre, los D-backs tenían la esperanza de sumar a un receptor de impacto, tanto en la ofensiva como a la defensa.
Y eso es precisamente lo que ha sido Moreno hasta ahora. Moreno ha demostrado una habilidad para mandar la bola por todo el terreno, a la vez que se ha mantenido firme detrás del plato. El oriundo de Barquisimeto llegó al miércoles con línea de .315/.330/.402 en sus primeros 28 juegos con Arizona.
¿La clave de su éxito hasta ahora? Según Moreno y el manager de los D-backs, Torey Lovullo, simplemente ha sido cuestión de irse sintiendo a gusto con el equipo.
“Era un jugador muy joven el año pasado jugando a nivel de Grandes Ligas, y se está conectando con algunos conceptos”, dijo Lovullo. “Llegó y le dimos muchas responsabilidades por el lado de la defensa (…) que salga y se encargue primero del lanzador.
“Creo que la mecánica del swing siempre estuvo ahí, pero probablemente estaba un poco emocionado y se salía de la zona. Una vez que hablamos con él sobre eso, volvió a estar dentro de sí mismo. Ahora le está haciendo swing a los strikes y dándole a la bola donde la tiran”.
Y con lo bien que está bateando, el mayor valor que aporta Moreno quizás sea su defensa. Según Statcast, Moreno está empatado en el segundo lugar entre los receptores de Grandes Ligas en corredores atrapados por encima del promedio, una métrica que expresa la habilidad de los receptores de atrapar a los corredores en intentos de robo, tomando en cuenta los detalles de las oportunidades que se les presentan. Y, entre 47 jugadores elegibles, se encuentra en el cuarto lugar en “pop time”, que es el tiempo entre el momento en que la bola cae dentro de la guantilla del receptor y el momento en que llega al punto de recibimiento proyectado del infielder en el centro de la almohadilla.
Guante seguro
En otras palabras, no le corras a Moreno, quien atribuye su éxito detrás del plato a trabajar en las cosas básicas y compenetrarse con el lanzador. “Mi prioridad es poder establecer una conexión con el pitcher y pedir el juego”, dijo Moreno. “Todo lo demás es hacer cosas simples como recibir, atrapar y bloquear la bola. Son cosas en las que siempre tienes que trabajar como cátcher. Eso es lo que llevo conmigo al juego y estamos viendo los resultados”.
“A Gabby le importan las cosas”, dijo el abridor de los D-backs, Zac Gallen, quien limitó a los Marlins a una carrera en siete innings y ponchó a siete bateadores el lunes con Moreno como su compañero de batería.
“Me importa poco si un receptor está bateando 1.000 o si está bateando .100. Creo que lo principal es no dejar pasar la bola y que te importen las cosas. Gabby es muy bueno en ese sentido. Elimina el corrido en las bases. Está en la guerra contigo”.
Moreno sintió optimismo cuando se enteró de que había sido cambiado de Toronto a Arizona. Pese a que llegó a ser el prospecto número 1 de los Azulejos, sabía que en los D-backs tendría la oportunidad de ser titular — a diferencia de los Azulejos, donde el mexicano Alejandro Kirk venía de ser convocado al Juego de Estrellas. El cambio no solamente le permitiría al cátcher de 23 años seguirse desarrollando, sino que también significaba que jugaría un papel clave con los D-backs y su roster joven y prometedor.
La única duda era cuán rápido podía adaptarse Moreno a un nuevo sistema con el cuerpo de pitcheo de Arizona. Hasta ahora, la transición ha sido fácil. Moreno disfruta compartir un camerino con jugadores que están en la misma situación que él – jóvenes y aún aprendiendo a navegar las vicisitudes de jugar a nivel de Grandes Ligas.
“Siento que la comodidad que tengo con los muchachos me da la confianza para hacer lo que tengo que hacer”, dijo Moreno. “Esa confianza me ayuda cuando estoy en el diamante. Trato de salir a hacer mi trabajo, batear, recibir y seleccionar los pitcheos – todo eso. Es importante tener esa relación con el lanzador”.