No hubo financiamiento bancario y tampoco garantía de acceso al combustible, explicó Ramón Elías Bolotín, directivo de Fedeagro
En el occidente del país ya comenzaron las lluvias (Portuguesa, Barinas y Cojedes) y «estamos arrancando el ciclo de siembra de invierno» de maíz blanco y amarillo, indicó este lunes Ramón Elías Bolotín, directivo de Fedeagro e ingeniero agrónomo.
«No se espera crecimiento de la producción» porque «el financiamiento bancario es inexistente», resaltó, y «estamos trabajando con recursos propios».
Otro cuello de botella es el combustible diésel, que se necesita para la siembra porque todo se hace de manera mecanizada, agregó en entrevista con Unión Radio.
«Venezuela va a sembrar las 260 mil hectáreas que se sembraron el ciclo pasado» de maíz, explicó, porque se pudo aumentar entre 5 mil y 10 mil, pero la escasez de combustible y la falta de financiamiento «no se han resuelto de manera apropiada». Es un millón de toneladas de maíz, que representa 40% de la demanda nacional de maíz, aclaró.
Además el consumo interno está bajando, tanto de alimentos balanceados como de harina precocida, refirió. «Antes consumíamos 42 kilos de maíz blando por persona, y ahora bajamos a menos de 30», detalló. También se redujo el consumo de pollos y cerdo.
El rendimiento de maíz por campo es de 4 mil kilos por hectárea, mientras en otros países es de 6 mil a 7 mil kilos.
Estimó que para sembrar una hectárea de maíz se necesitan entre 1.500 y 2 mil dólares. «Hace falta un plan de renovación de maquinarias», enfatizó.
Para el cultivo de maíz se necesitan 100 litros de combustible por hectárea, desde la siembra hasta la cosecha. Es decir, solo para Poetuguesa 13 millones de litros, calculó.