Dos funcionarios de la Defensoría del Pueblo se presentaron en el lugar de la protesta para nuevamente escuchar las quejas. Ante el asombro de los manifestantes, los funcionarios expresaron su extrañeza porque no conocían las exigencias de los trabajadores
En una protesta como la que este lunes 8 de mayo protagonizaron trabajadoras y trabajadores públicos ante la Contraloría General de la República sobran las palabras. Los manifestantes que acudieron a la sede del organismo contralor, en la avenida Andrés Bello de Caracas, decidieron que, en vez de largos discursos, hablaría el malestar: tocaron cacerolas y gritaron consignas.
Entre cacerolas y gritos Roberto Carpio, jubilado del Ipasme, volvió a caracterizar al mandatario Nicolás Maduro supuestamente enjuiciado ante la Corte Penal Internacional. Carpio preguntó dónde se encuentra el exministro de Petróleo, Tareck El Aissami, a quien responsabilizó de la defraudación de más de 30 mil millones de dólares.
También convocó a un cacerolazo este lunes en la noche «contra el paquete neoliberal de Maduro, contra el hambre, la miseria, la corrupción» y «su política de exterminio» de los pensionados.
Las protestas continuarán para exigir un salario mínimo acorde con el costo de la canasta básica. José Patines, dirigente del sindicato de la Cancillería, responsabilizó al gobierno de la muerte de migrantes venezolanos en el exterior. «No nos calamos más que aparezca por televisión bien gordito diciéndoles a los venezolanos que se tienen que seguir sacrificando», acusó.
Leida Brito, la «abuela del casco rojo», lamentó la muerte de venezolanos y exigió a Maduro que cumpla con la Constitución.
Como presidente de Fenasoesv Adrián Bolívar deploró que los trabajadores se «coman un cable» mientras los políticos roban.
Dos funcionarios de la Defensoría del Pueblo se presentaron en el lugar de la protesta para nuevamente escuchar las quejas de gremios y sindicatos. Ante el asombro de los manifestantes, los funcionarios expresaron su extrañeza porque no conocían las exigencias de los trabajadores, a pesar de que han acudido varias veces a esta dependencia del Estado.
Entregar documentos en las instituciones no sirve para nada, lamentó Ángel García, dirigente sindical.
Este lunes no fue la primera vez que trabajadores públicos acudieron a la Contraloría, recordó Miguel Ángel Hernández, de la corriente sindical Ccura.