La propuesta va dirigida a la integración de un manual de aplicabilidad de la ley, con un enfoque constructivo que impacte en la industria de los videojuegos y en el desarrollo humano, académico, tecnológico y en modelos de negocios, para así ampliar habilidades en operaciones matemáticas, correlacionarse y mejorar el trabajo en equipo
Durante el Foro «Inteligencia artificial Big Data y los Nuevos Retos de la Ciencia, la Tecnología e Innovación», que se efectuó en el Museo Boliviano, fue propuesta de la modificación de la Ley para la Prohibición de Videojuegos Bélicos como un aporte para el desarrollo tecnológico.
En el evento, organizado por la Comisión Permanente de Educación, Salud, Ciencia, Tecnología e Innovación, el presidente de la Federación Venezolana de Deportes Electrónicos, Emgelbert Farfán, explicó que «existe una deuda histórica con la ley promulgada en 2009, por lo que se pretende revertir los esquemas prohibitivos hacia una regulación de uso y clasificación de contenidos que ordene los videojuegos de acuerdo a la edad».
Farfán apuntó que «en los últimos años han trabajado con la instancia legislativa, a fin de cooperar en la adaptación del instrumento legal en el ecosistema de los videojuegos y los deportes electrónicos, como su impacto en la estructura educativa de Venezuela».
«Aunque los deportes electrónicos no se vean como actividad física, se clasifican en la categoría de alto rendimiento, contando con entrenadores y todo lo que implica una disciplina deportiva», agregó.
Informó que se presentó «una propuesta a la Gobernación del estado Miranda, la cual comprende el desarrollo del parque tecnológico en cuatro ejes específicos, como el turismo, el desarrollo de deportes electrónicos, de videojuegos y educación».
Otros aportes en el foro fueron las ponencias Ciencia y Tecnología en la Producción Nacional, a cargo de Ángel Correa y Sergio Somov, la Importancia de los Observatorios de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), realizada por Carlos Zavarce, Experiencia del Consejo Científico Tecnológico de Miranda, por Arwing Quezada, y Ciencia Tecnológica al Servicio de la Discapacidad, por Armando Villarroel.