Después de lo que informó el mandatario el pasado 1 de enero se registraron tres manifestaciones solo en Caracas. Ya se anuncia una semana de más conflictividad
El sol se clavaba como dardos sobre las cabezas de las decenas de trabajadores activos y jubilados que, el pasado miércoles 3 de mayo, se concentraron en Parque Carabobo para marchar hasta la Defensoría del Pueblo. Dos días antes el mandatario Nicolás Maduro hizo algunos anuncios salariales que, lejos de suavizar la molestia del mundo laboral venezolano, parece que la atizaron.
«Destruyeron nuestra familia, destruyeron nuestra economía, solo se han dedicado a robar», subrayó la profesora Katiuska Ruso.
Lo que dijo Maduro evidenció una gran improvisación, criticó Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, porque «ni ellos mismos saben lo que anunciaron» y tuvieron que hacer ajustes sobre la marcha. «Lo que hizo fue aplanar» los ingresos.
«Bonificar el salario significa violar la Constitución y la progresividad de los derechos laborales», enfatizó. Sobre el salario de emergencia, destacó que los trabajadores lo propusieron en la pandemia, y el gobierno no los escuchó. Por eso se van a mantener en las calles, confirmaron los dirigentes.
El dinero que se ha denunciado como presuntamente defraudado por corrupción habría alcanzado para pagar siete veces el aumento que reclaman los trabajadores, estimó Pedro García, presidente de la Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados de la Región Capital.
«Nosotros pagamos condominio, pagamos luz, pagamos agua, pagamos teléfono», recordó el profesor Ramón Yánez. «Yo debo cinco veces de condominio y no hay dinero para el condominio. Solo hay dinero para la comida».
Marchas, protestas, piquetes, cacerolazos forman parte de la agenda de las organizaciones. «Vamos a ir a la parte internacional, vamos a ir a la OIT para informar cómo les dio una patada a las discusiones. Y no vamos a dejar el diálogo», aseveró León.
La lucha se va a mantener en la calle y para poder continuarla son los trabajadores los que deben acordarlo en asambleas, refirió Pedro García. NO descartó «la paralización de la administración pública, e inclusive, la privada».
Hasta la fecha no han recibido respuesta de las instituciones, como lo confirmó ese día Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital. «Vamos a seguir luchando en la calle. Vamos a morir de pie».
Un día después, el Comité de Conflicto de los Trabajadores en Lucha ratificó que continuarán las manifestaciones para reclamar un salario igual al costo de la canasta básica, o al menos, igual al costo de la canasta alimentaria.
Ese mismo día, trabajadoras y trabajadores universitarios protestaron en la autopista Fajardo-GUaicaipuro, a la altura de la Ciudad Universitaria, y tuvieron que lidiar con la represión por parte de algunos funcionarios de la PNB.