Según el candidato presidencial de Copei-ODCA, Roberto Enríquez, el salario mínimo en el país debía ser de 500 dólares mensuales, y le pidió a la Unicef y la FAO elevar sus niveles de presencia en el país para atender a los más vulnerables
La decisión del gobierno de Nicolás Maduro de no aumentar el salario mínimo de los venezolanos fue calificada como una violación a los Derechos Humanos por el candidato presidencial de Copei-ODCA, Roberto Enríquez, quien agregó que tal decisión «es una política que busca condenar, reprimir y encarcelar socialmente al pueblo venezolano».
Lo aprobado por Maduro el pasado primero de mayo impide, en opinión de Henríquez, el acceso a una adecuada alimentación, así como a servicios y bienes elementales que garanticen la vida digna de las personas, especialmente de las más vulnerables: niños y adultos mayores.
El dirigente copeyano, del Copei reconocido por la Organización Demócrata Cristiana de América, ODCA, también comparte la tesis de que sí hay recursos para aprobar un aumento de salario a los venezolanos, pero buena parte de ese dinero se ha ido en actos de corrupción, citando cifras que van desde los 3.000 hasta los 30.000 millones de dólares.
Para tratar de mejorar la situación de los venezolanos, Enríquez visitó la sede del PNUD en Caracas le pidió tanto a la Unicef y la FAO que «eleven sus niveles de presencia en Venezuela, para darle respuesta y atención a los más vulnerables», pues la situación que está atravesando el pueblo venezolano en «trágica».
Son 500 al mes
Según sus cálculos, 500 dólares debería ser el monto del salario mínimo en el país, cantidad similar a la que se paga en países como Costa Rica o Guatemala, pero «para este gobierno es más fácil permitir que se roben 40.000 millones de dólares». Por supuesto, el cambio político es necesario en Venezuela para revertir completamente la situación, pero mientras ello llega, pensando en 2024, Enríquez estima que los organismos internacionales deben ayudar a palear la situación.
En materia económica el candidato verde adelantó lo que habría que hacer para recuperar la economía del país. Además del cambio político, enseriar la política monetaria, lo que estimularía el regreso de capitales al país, «además de irse 7 millones de personas, se fueron 400 mil millones de dólares», según las cuentas de Enríquez, quien agregó que por cada 100 mil millones de dólares que regresen al país se puede aumentar el salario mínimo en 100 dólares.
Sigue creyendo en la necesidad de que la negociación entre Maduro y la oposición, de la que es parte, de frutos, pero tanto desde el gobierno como desde algunos sectores de la oposición este intento se «sataniza», «el camino del acuerdo político lo necesita el país».