«El talento humano ha sido mal utilizado, lo hemos perdido. Se han ido más de 2.500 trabajadores. La empresa sigue ingresando personal, pero de baja calidad, que simplemente sigue lineamientos. Es un tema partidista, primordialmente», considera Joan Chávez, secretario general del sindicato de la Cantv en Caracas
Jubilado hace más de 20 años después de trabajar en planta interna de la empresa estatal Cantv, su ingreso apenas supera el salario mínimo. «Lo que estamos ganando es cinco dólares», recuerda, y reitera que realmente vive de las ayudas. Necesita tratamiento para varias enfermedades crónicas, que apenas puede costear.
La empresa tiene unos 10 mil trabajadores activos y 11 mil jubilados, además de 1.500 sobrevivientes, calcula el secretario general del sindicato de la Cantv en Caracas, Joan Chávez. Han perdido muchas cosas, como salario, bonos, estabilidad, atención médica. «Tenemos un año sin prestaciones sociales», asegura.
«Esta es una empresa muy mal administrada, que no invierte en lo que tiene que invertir, que ha perdido clientes», y que además «no cumple con sus compromisos», señala Ygor Lira, dirigente de la Federación de Trabajadores de las Telecomunicaciones. Como ejemplo de lo que califica como mala administración, refiere que la más reciente asamblea de accionistas, celebrada en marzo pasado, «estaba discutiendo el informe de 2021, no el de 2022». Si tiene un retraso con los informes de la empresa «imagínate el retraso con los trabajadores; esto es una burla».
¿Qué incumple? «Todo», responde Lira. «No respeta el contrato colectivo, viola la ley y la estabilidad laboral. Hay despidos, jubilaciones compulsivas». El salario, explica, debería ser revisado cada tres meses «pero no lo revisan porque dicen que no tienen la capacidad económica para eso». Ya no entregan medicinas, tampoco pagan el reembolso a tiempo «y cuando lo pagan no vale nada».
Los jubilados, subraya, «están subsistiendo, sobreviviendo con un pobre salario».
«El talento humano ha sido mal utilizado, lo hemos perdido. Se han ido más de 2.500 trabajadores. La empresa sigue ingresando personal, pero de baja calidad, que simplemente sigue lineamientos. Es un tema partidista, primordialmente», considera Chávez.
Carlos Alberto Garrido, presidente de la Asociación de Jubilados, Pensionados y Sobrevivientes de la Cantv, no se atreve a decir que hay malversación de fondos en la empresa, «pero se ve que operativa y administrativamente la empresa dejó de funcionar desde que se perdió la privatización. Hay incremento en las averías, no hay disposición de inversión para el mejoramiento de la planta y la operatividad».
Lira se pregunta si lo que buscan las autoridades «es una privatización nueva de la empresa por la vía de los hechos, como ocurre con la economía de Venezuela: está dolarizada pero nadie lo dice».
No descarta que acudan a la Organización Internacional del Trabajo: Quieren mostrar que esta «no es una empresa boyante, que esta es una empresa que tiene centrales apagadas» y con seriales desconectados.
La Cantv es recuperable, opina Chávez, pero con buena gerencia. Garrido no habla a favor o en contra de una reprivatización: «El Estado, al final, es el que decide».