Hay dos millones de inmuebles disponibles, que pueden salir al mercado con reformas legales puntuales, afirma el presidente de la CIM, Fernando Di Gerónimo. Hay trabajo para quienes estén dispuestos a mostrar inmuebles a interesados en el exterior o para quienes ofrecen inmuebles a embajadas, detalló Luis Vicente León, presidente de Datanalisis
Hay al menos dos millones de inmuebles disponibles para el alquiler en Venezuela. Lo asegura la Cámara Inmobiliaria Metropolitana (CIM). Lo certifican las personas que hoy viven de cuidarlos, porque los propietarios se marcharon y están «con una pata aquí y una pata allá». El presidente de la CIM, Fernando Di Gerónimo, detalla que son los que dejaron atrás los migrantes y los que las familias compraron para vacaciones.
Aunque parezca mentira en un entorno tan difícil como el venezolano, con un encaje legal de más de 70%, los inversionistas han buscado otros mecanismos de financiamiento. «Hago una empresa en la que tú eres socio, y yo te ayudo con tus fondos a hacer el edificio», describe. Eso «sí ocurre» en lugares como Caracas. Igualmente han recurrido a la Bolsa de Valores de Caracas. No obstante, la CIM llama de nuevo a que se reduzca el encaje legal, para que haya más dinero para construir y para que se retomen los préstamos.
El mercado se mueve como un columpio; también, los precios, que pasaron de 2 mil dólares a 10 mil dólares para un inmueble en Higuerote. En el último trimestre de 2022 «hubo un repunte importantísimo por efecto de las intermediaciones inmobiliarias que ya venían ocurriendo durante todo el año», pero en enero y febrero de 2023 «ese repunte comenzó a bajar un poquito», señala Di Gerónimo. Para el segundo y el tercer trimestre de 2023 se espera un nuevo repunte: «Ya se están cerrando nuevas operaciones».
Operaciones en las que también se encuentra el trueque. «Todas las operaciones son buenas. Las permutas, los cambios; te doy un inmueble por otro, un carro. También se están buscando ese tipo de intermediaciones y están funcionando», refiere en entrevista con contrapunto.com en el contexto del foro «Cómo la economía influye sobre el mercado inmobiliario», celebrado este jueves 30 de marzo en el Centro Cultural BOD. «Ahora vienen carros al país que cuestan más que tres apartamentos».
Durante el conversatorio el economista Luis Vicente León, presidente de Datanalisis, reiteró que este es un buen momento para comprar inmuebles, y así lo ven los inversionistas extranjeros.
El crecimiento, según Di Gerónimo, se debe a que «mucha gente se está regresando» a Venezuela y también porque «se ha tomado la política como un tercer o cuarto tema». En otras palabras, quienes deciden quedarse piensan en invertir en el ámbito nacional y buscar un mejor inmueble, y casi olvidarse de quien ejerce el poder.
También ha aumentado la oferta de inmuebles para alquiler, porque un apartamento cerrado, por ejemplo, implica el pago de condominio y mantenimiento, y la gente de dónde lo saca, razonó Di Gerónimo. «Tiene que obtenerlo del mismo inmueble; si no, va a perjudicarse».
Sin embargo, cuando las leyes perjudican el alquiler de inmuebles, y no es reformado, «estás con una camisa de fuerza», porque «al propietario le da miedo alquilar y al inquilino le da miedo alquilar porque en un año le pueden cambiar el precio».
Debido al aumento en los aranceles los compradores y vendedores optaron por acuerdos privados, mas algo positivo ocurrió: «El registro estaba pechando el doble o el triple de lo que dice la ley. La ley dice que te deben cobrar 2% nada más, y estaban cobrando hasta 10%. Gracias a dios ya no lo están cobrando».
Pero «explotó algo y lo llevaron otra vez a 2%. Se detuvo por la búsqueda de estos señores que cometieron algún tipo de intermediación con empresas que son del Estado; hubo una búsqueda de personas que estaban incumpliendo la ley, y se benefició el sector inmobiliario, porque se regresó a 2%. Es un éxito para las cámaras de comercio, las cámaras de centros comerciales, las cámaras de construcción».
Otras cosas no se han modificado aunque los representantes del sector inmobiliario esperan que cambien: Las operaciones con participación de extranjeros. «Hay una norma según la cual los extranjeros no pueden comprar. Si un extranjero hizo un inmueble y lo quiere vender, está bloqueado en el registro. Entonces hace un documento privado, el extranjero se va y queda todo el mundo guindando». Ese requisito está frenando las ventas. ¿Quién lo debe resolver? La Asamblea Nacional, o instituciones del alto gobierno.
Di Gerónimo invita a las personas que quieren migrar a pensarlo dos veces y quedarse en Venezuela. «Señores, deténganse, párense. Regresen. Si van a otros países se hace muy alto y oneroso conseguir un inmueble en alquiler. Tienes que luchar para conseguir trabajo y no te van a dar los números», argumenta.
En Venezuela todavía hay disposición a comprar bienes duraderos, sostuvo Luis Vicente León. En octubre de 2022 era de 25,8%, y aunque en febrero de 2023 bajó a 17,2% esto puede cambiar con un poquito de oxígeno, como lo destacó el encuestador.
Para los dos millones de inmuebles propone «una ley paraguas que proteja a las dos partes», para que estén disponibles para la venta y, sobre todo, alquiler. «Hay que darles la oportunidad a las familias de 25 a 55 años para que se queden. Darles un marco legal para que puedan alquilar dos, cinco, 10 años».
La CIM ha propuesto reformar dos o tres artículos de la ley de arrendamiento inmobiliario. «Hemos sido escuchados, hemos estado en las mesas de trabajo con el Ministerio de la Vivienda». Igualmente insiste en que se deben recuperar los préstamos.
Para el sector inmobiliario, confirmó León, hay trabajo: Negocios para los más eficientes, trabajo para quienes estén dispuestos a mostrar inmuebles a interesados en el exterior o para quienes ofrecen inmuebles a embajadas. Hay que olfatear el contexto y ver las oportunidades.