«El gobierno está provocando la radicalización. Es el gobierno el que la produce», aseveró José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV. Eduardo Sánchez, presidente del Sindicato de Trabajadores de la UCV, explicó que el paro de 48 horas es la preparación «para un paro general, que tiene también como objetivo general llevar la lucha a una huelga». Pedro García, presidente de la Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados de la Región Capital, subrayó que el planteamiento es el salario constitucional
El paro de universidades que comenzará este martes y concluirá el miércoles -aunque podría extenderse al jueves por parte de algunos gremios- se puede convertir en la «cuota inicial» de una huelga general para exigir un aumento general de salarios y pensiones.
«El gobierno está provocando la radicalización. Es el gobierno el que la produce», aseveró José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv). «Los paros, y todas las acciones que podamos hacer están alimentadas por la ausencia de respuestas».
Eduardo Sánchez, presidente del Sindicato de Trabajadores de la UCV (Sinatra-UCV), explicó que el paro de 48 horas «tiene como objetivo radicalizar acciones». Sánchez señaló a contrapunto.com que es la preparación «para un paro general, que tiene también como objetivo general llevar la lucha a una huelga».
Según sus estimaciones la paralización universitaria se cumplirá entre 75% y 90%.
«Este es un llamado de atención al gobierno en función de que tome decisiones, porque lo que puede pasar es que a las universidades se les una el magisterio, se les una la salud», subrayó.
-¿La meta es llegar una huelga?
-Si no nos dejan alternativa. Nosotros no podemos seguir así todo el año.
-¿Cómo se destranca?
-Con una sentada con gente del gobierno para buscar alternativas. Nosotros estamos pensando, incluso, que ellos pretenden negociar las prestaciones. Aceptaríamos un incremento salarial negociado en el marco de una expectativa, pero las prestaciones no.
El profesor Afonso dijo esperar que el paro ayude a que el gobierno cambie su actitud.
-¿Sirve para algo?
-Es un instrumento de lucha, como tantos otros. Hay marchas que no concluye en acuerdo, hay paros que no concluyen en acuerdo. Hay otros que sí. En la hora 49 sabremos si dio resultado. Nosotros tenemos que ir a más. De momento es un acuerdo nacional. Se han sumado otros sectores.
Más organización
El conflicto se destranca con más organización y más unidad de los trabajadores, enfatizó Pedro García, presidente de la Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados de la Región Capital. «La presión es fundamental. Si la presión se mantiene, con mucha organización y con mucha participación y con mucha amplitud, en esa medida vamos a ir logrando que el gobierno se siente a negociar con los trabajadores que están en la calle».
En la actualidad hay «mucho dibujo libre» y todavía «hay dirigentes que no han comprendido que tenemos que unirnos, que el problema nos afecta a todos», consideró. El gran protagonista debe ser «el pueblo trabajador», defendió, y el deber de un dirigente sindical tiene que ser conversar con todos los factores.
Es imprescindible, a juicio de García, levantar las banderas del salario constitucional: «Necesitamos reagruparnos con nuevos bríos, con el planteamiento del salario constitucional. No estamos pidiendo nada fuera de lo común: estamos exigiendo que se aplique el artículo 91. ¿No son mil dólares el salario mínimo? Bueno, señor Nicolás Maduro, vamos a negociar; vamos a comenzar con 600 dólares, y vamos llegando progresivamente a los mil o 1.200, para estar por encima de la inflación».