El gobierno «no tiene la entereza de decir que está en práctica un programa de ajustes» mucho más salvaje que en otros países, subraya el presidente de la Apucv
En todas las protestas de las trabajadoras y los trabajadores del sector público, y no siempre frente a las cámaras, está José Gregorio Afonso. El presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv) acompaña marchas, concentraciones, entrega de documentos, diálogo con instituciones y todo el repertorio de acciones con las que esperan ser escuchados por el gobierno. Como lo expresó el pasado martes 7 de febrero durante una asamblea intergremial celebrada en la UCV, en las manifestaciones les ha tocado lidiar con policías, agentes de inteligencia, funcionarios de todo tipo; y, pese a ello, se han mantenido en las calles.
«Para destrancar esto depende de que se active la parte que lo tiene trancado, que es el gobierno. Se destranca con una oferta. En lo que haya una oferta podemos perfectamente empezar a tratarla y regularizar la vida laboral en el país», explicó a contrapunto.com en el contexto de la marcha realizada el pasado lunes 13 de febrero.
Hasta la fecha no hay una oferta sobre la mesa, ni buena ni mala. «Creo que el gobierno está jugando a que haya un desgaste. Irresponsablemente. Al ritmo que vamos el salario tiende a cero. Las pensiones están próximas a eso. El gobierno apuesta por un desgaste del movimiento, para que se fragmente. Esto es una gran irresponsabilidad, porque afecta el funcionamiento de la administración pública, donde está buena parte de la producción que genera la riqueza del país, pero también los servicios, la atención al ciudadano».
Afonso considera que el mensaje está claro: «Esto nos dice a nosotros que el gobierno está desentendido de sus responsabilidades, y pareciera que, por la vía de hecho, se va imponiendo la tesis del Estado mínimo. No le importa que los trabajadores se vayan; ni siquiera los liquida, los deja que renuncien. No tiene la entereza de decir que está en práctica un programa de ajustes».
Como licenciado en Trabajo Social, y docente de la misma escuela, Afonso sostiene que en Venezuela se aplica «un programa de ajustes más agresivo que cualquier programa neoliberal de tipo salvaje», sin información, sin metas. En otros países «podías saber si el ajuste tenía resultados o no, pero aquí, no».
-¿Quién lo está implementando? La semana pasada hablan de los «Quito-Boys». ¿Son ecuatorianos?
-Es lo que se ha dicho. Algunos han sido conocidos por la opinión pública. Aquí ha habido varios asesores, desde la época de Juan Carlos Monedero, Alfredo Serrano, el exministro ecuatoriano Patricio Rivera. Son asesores regulares. Pero al final el que lo está implementando es el gobierno.
-¿No se puede culpar a los «Quito-Boys»?
-No. Tiene que culparse, con todas sus letras, al gobierno de Maduro. Es el culpable del caos económico, del crecimiento de la desigualdad y del empobrecimiento general de los trabajadores. Tiene un récord que debería concitar algún sentido de responsabilidad: 7 millones de personas fuera. Todo el mundo se pregunta: Si es bueno lo que están haciendo, si el país está en camino de recuperación, ¿por qué se sigue yendo la gente?