Seguir las protestas en la calle y hacer paros escalonados son algunas de las medidas. En las próximas horas se espera que las enfermeras entren en conflicto
Luego de un año 2022 con dos y tres manifestaciones a la semana, y un año 2023 que parece avanzar por el mismo camino, gremios y sindicatos del país anunciaron este miércoles que radicalizarán el conflicto. Lo hicieron horas antes de que las tres centrales sindicales que se sentaron con el gobierno -en el diálogo facilitado por la OIT- anunciaran que el sector oficial no presentó ninguna propuesta salarial.
Durante una asamblea de trabajadoras y trabajadores activos y jubilados celebrada en la plaza Brión de Chacaíto, José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), dio detalles sobre lo que implica la radicalización: mantenerse en la calle y tomar otras medidas, como paros escalonados. «Esta es una lucha de orden social, laboral, que tiene que ver con algo político porque fundamentalmente es una lucha de la administración pública. Quien peor remunera es el gobierno».
«Nos están obligando a radicalizar acciones», afirmó Pedro García, presidente de la Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados Unidos de la Región Capital. «Radicalizar es ejecutar lo que es un sentimiento nacional: paros escalonados, paros de 24, 48, 72 horas hasta llegar a la huelga».
El profesor Afonso rechazó la bonificación del salario: «Ni al profesor le alcanza ni al obrero tampoco». Planteó también que el salario mínimo sea indexado. «El gobierno plantea que no tiene recursos, pero ellos mismos han dicho que la producción petrolera subirá al menos un tercio, casi 2 mil millones de dólares este año», recordó.
-¿Un paro nacional estaría considerado en esa radicalización?
-Cualquiera de esas opciones es posible. Si hay un acuerdo nacional de paralización de 24 horas, 48 horas, paralización indefinida, eso no lo decreta un sector. La radicalización pasa, por ejemplo, por el establecimiento de una coordinación nacional del conflicto. Inmediata. Para que haya acciones de todo tipo donde pueda estar incluida esa (paralización). Si hay que hacerla, y se acuerda, no ha sido la primera ni será la última vez que se tomen acciones de ese tipo. Lo que sí es distinto es que esta lucha la conducen los trabajadores. Nosotros no vamos a reeditar en ningún caso experiencias de gente que no tenía ninguna posibilidad de establecer dirección de los trabajadores y llegó a llamar paro, huelga general, y no tenía ningún liderazgo sobre los sectores laborales.
Enfermeras entrarán en conflicto
La radicalización implica, de entrada, seguir en la calle, reiteró Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital. «Los trabajadores le perdimos la fe a ese diálogo (con mediación de la OIT), porque es un diálogo desigual, sentimos que no tenemos la representación de los trabajadores», explicó. Contreras puntualizó que hay manifestaciones en todo el país, y que «en pueblos donde era imposible pensar que hubiese una protesta, se están dando». Los trabajadores «estamos rebeldes contra la esclavitud y contra el hambre», enfatizó.
Sin embargo, la dirigente aclaró que las decisiones sobre paros y otras actividades las decidirán en encuentros unitarios. «Lo queremos decidir, no un grupo, ni en la efervescencia de una protesta que a alguien se le ocurra. Queremos hacerlo muy pensado, bien organizado, porque los trabajadores de base nos están dando un ejemplo de lucha, y los dirigentes tenemos que deslastrarnos del divismo, de las agendas ocultas», insistió. «La única agenda que le estamos planteando al país en este momento es la agenda por las reivindicaciones. El que tenga aspiraciones político-partidistas, este no es el escenario».
La radicalización busca un aumento salarial y de pensiones. «Que se derogue el instructivo Onapre, la discusión de los contratos colectivos con los legítimos representantes de cada sector y, por supuesto, el respeto a la estabilidad laboral de todos los que estamos en protesta», enumeró Contreras. «Con base en la Constitución los trabajadores vamos a seguir en la calle».
En las próximas horas las enfermeras anunciarán que entran en conflicto. «El gremio de enfermería, que forma 50% del equipo de salud, va a ir a una protesta. El conflicto no es nada más un paro. Vamos a hacerle la notificación a la ministra e iremos evaluando. No descartamos la paralización, el paro, el derecho que me concede la Constitución cuando derechos fundamentales están siendo violados», sentenció.
Coordinación nacional
Reuniones locales y nacionales para acordar las nuevas acciones de protesta se realizarán en los próximos días, adelantó Pedro García. Un ejemplo de radicalización, precisó, fue la toma de la carretera Panamericana por parte de trabajadores. «No es una radicalización hueca, caprichosa, que se le ocurre a un líder. No. Es que los trabajadores están cansados, no soportan más el hambre y la miseria y la desesperación lleva a tomar una autopista, que no es ningún delito. El culpable de la desesperación de los trabajadores es el gobierno nacional».
Ya «hemos hecho de todo», aseveró García. «Hemos entregado comunicaciones, documentos en todos los organismos del Estado: Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, vicepresidencia, Seguro Social, Ministerio del Trabajo. Ya les hemos dado varias vueltas a esas organizaciones del Estado para que atiendan los justos reclamos de los trabajadores, y no hemos recibido respuesta».