Este domingo 15 de enero es el Día del Maestro y el magisterio lo conmemora con protestas y una declaración de emergencia
Aunque quisiera hacerlo, el profesor Ángel Vidal no puede vivir solo de dar clases. «En este momento es bastante difícil. Creo que nadie puede decir que vive de la docencia», explica. «Hay que tener varios trabajos, hay que diversificarse». En su caso, diversificarse ha sido convertirse en peluquero de mascotas y aprender a lidiar con perros y gatos, pero también, en prestador de servicios generales.
«Trabajo con albañilería, mudanzas. Tengo casi dos años metido en la parte de peluquería canina, como ayudante. Se baña y se atiende a mascotas. Uno tiene que ir aprendiendo cada vez más y le he tomado el gusto. Tiene su satisfacción personal el hacerlo, como cualquier otro trabajo», afirma Vidal.
A pesar de los apremios este maestro de corazón defiende su decisión de enseñar a otros. «Hay que mantener la vocación. Existe la realidad, esa realidad existe y hay que dedicarse a aprender cosas nuevas, otros oficios para complementar sin dejar el oficio de maestro».
Vidal se multiplica y son miles de Vidales los que, cada día, trabajan para que los venezolanos entren al mundo del conocimiento. Son muchos los que, también, se cansaron de sobrevivir y hoy se mantienen en protesta.
«Nosotros vamos a celebrar el Día del Maestro el lunes 16 de enero con una gran protesta frente al Ministerio de Educación», confirma Belkis Bolívar, directiva de la Federación Venezolana de Maestros. «Los educadores no vamos a celebrar; vamos a declararlo un día de protesta. Vamos a seguir en la calle porque la situación es insostenible para los educadores».
Según los cálculos de la Federación Venezolana de Maestros un docente gana entre 300 y 450 bolívares al mes; es decir, entre 10 y 15 bolívares al día, o 0,70 centavos de dólar. «Los docentes no vivimos, sobrevivimos», critica Bolívar. «¿Cómo vive una persona con 0,70 centavos de dólar al día? Imposible». En algunos casos, y no pocos, es más lo que pagan por pasaje en el transporte público, que el sueldo que reciben.
Sin seguridad social, sin atención primaria garantizada, los maestros deben sortear los escollos del sistema de salud. «Una profesora me llamo desesperada, porque tiene que operarse miomas, y debe ir para el Hospital Universitario o el Hospital Vargas, y esos dos hospitales están full. Así no podemos vivir».
Ángel Vidal no ha abandonado las clases. Otros, sí. «Hay un déficit de docentes. Debe ser ahora de más de 40%. Y ahora se irán más, porque si empiezan a aplicar sanciones las escuelas se quedarán solas. Lo bueno es que el docente está resteado, no le importa si lo suspenden. ¿Qué le van a quitar? En el gobierno están acostumbrados a amenazar a la gente para que se quede callada, pero están equivocados, porque todos los trabajadores están resteados, las protestas las estamos haciendo con justa causa», razona Bolívar.
Las organizaciones gremiales del magisterio se declararon en emergencia esta semana y exigieron al ejecutivo del mandatario Nicolás Maduro una oferta salarial ajustada a la realidad.
«La expectativa es que se cumpla el artículo 91 de la Constitución, como mínimo. Porque los docentes somos profesionales, hemos invertido dinero en nuestra formación y esperamos más que eso», indica. Si se toma la Carta Magna como referencia el salario debe superar los mil dólares, y ser indexado de manera permanente.
El nuevo contrato colectivo no se ha firmado y la discusión está paralizada. «Dicen que no hay recursos. Lo que vemos es que hay plata para pagar a los artistas, pero no para los trabajadores. Hay plata para fiestas, pero no para los trabajadores. Sabemos que el país tiene una problemática económica generada por el mismo gobierno, porque si hay sanciones ellos mismos se las buscaron por violar los derechos humanos», contrasta.
El magisterio se fue a las calles a reclamar mejores condiciones y otros sectores le dieron su respaldo. Hasta el obispo de Barquisimeto, monseñor Víctor Hugo Basabe, instó este sábado a orar -durante la procesión de la Divina Pastora- para que los maestros y obreros sean reconocidos como lo merecen.
«Ningún país puede salir adelante con docentes mal pagados, infraestructura deteriorada, sin seguridad social», advierte Bolívar. De no haber un ajuste «la educación se va a ir al suelo, las escuelas se van a quedar solas. Ningún trabajador puede vivir con 130 bolívares». Y ahora, con la sospecha de que se eliminará el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
La protesta del 16 de enero ha sumado el respaldo de varios sectores, como el de los trabajadores universitarios. «Los educadores también apoyaremos otras protestas que hagan otros sectores. Tenemos que apoyarnos todos», sostiene. Hasta la fecha no se han planteado una huelga: «No se descarta, pero no la hemos convocado hasta ahora, aunque todas las acciones están sobre la mesa».