La convocatoria a una jornada nacional de movilización comenzó por grupos de wasap y creció como una bola de nieve alimentada por el malestar causado por los bajos sueldos y las condiciones de trabajo
Lo que comenzó como un llamado por grupos de wasap durante la primera semana de enero de 2023 se convirtió en una bola de nieve que creció, alimentada por el malestar y las expectativas insatisfechas, hasta convertirse en una manifestación nacional de maestras y maestros para este lunes 9 de enero. Para este día, cuando los estudiantes deben volver a clases luego del asueto navideño, se espera que los ausentes en las aulas sean los educadores.
En Caracas, la concentración se convocó en las puertas del Ministerio de Educación, en la esquina de Salas, a partir de las 9 de la mañana.
El gremio docente pasó en protesta buena parte del año 2022. El instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), implementado en el mes de marzo, redujo el ingreso real de las trabajadoras y los trabajadores del sector público en más de 40%. «El sistema Onapre que nos impusieron liquidó entre 60% y 70% del salario de los trabajadores», alertó en julio pasado el presidente del Sindicato de Trabajadores de la UCV, Eduardo Sánchez.
Los primeros seis meses de 2022 se escenificaron movilizaciones contra la política laboral del gobierno. Incluso, maestros dictaron clases en la calle para explicar qué es la Onapre y por qué el instructivo golpeaba el bolsillo de los educadores.
«Los derechos laborales encabezan las exigencias en protestas durante el primer semestre de 2022. Los trabajadores venezolanos protestaron en 1.642 ocasiones, lo que representa 42% del total documentado», reseñó el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.
El fraccionamiento del pago del bono vacacional llevó a los maestros a las calles entre julio y agosto de 2022. Por encima de diferencias políticas o ideológicas se concentraron varios días seguidos para exigir el pago del bono de una sola vez. Y lo lograron. Esta fue una victoria para todos los que salieron a defender sus derechos laborales.
La educación, en un país en emergencia humanitaria compleja (definida como tal por organizaciones internacionales), también se encuentra en crisis. Una brecha cada vez más profunda separa la educación oficial de la privada, ha advertido el investigador Luis BRavo Jáuregui. Problemas de infraestructura y de servicios públicos se agregan al descontento de los trabajadores del sector, que se han visto obligados al «rebusque» para poder sobrevivir. Es el caso de Agustín, profesor de bachillerato que en realidad come y se viste por su trabajo como peluquero de mascotas. En octubre pasado la dirigente gremial Belkis Bolívar calculó que volvieron a clases -para el año escolar 2022-2023- 60% de los docentes y 40% de los estudiantes.
Como siempre lo recuerda Nancy Hernández, directiva de Fenasopadres, la educación es el principal medio para salir de la pobreza. Franklin Picone, coordinador de Educación de Un Nuevo Tiempo, ha propuesto un acuerdo de toda la sociedad para salvar la educación, que incluya como uno de sus puntos fundamentales el reconocimiento del trabajo que los maestros.