Los expertos Gustavo Villasmil y Marianella Herrera aseguraron que los venezolanos están aplicando estrategias para paliar la ausencia del Estado en la garantía de la salud.
La situación del sistema de salud venezolano es crítica y dolorosa, señaló Herrera. «La sensación de impotencia es demasiado grande, y eso nos está pasando a muchos». Lo que hay «es un grito de dolor ante tantas cosas que están sucediendo y que no podemos controlar».
Cuando se necesita una asistencia por alguna emergencia o por algo que hay que controlar «la gente acude a quien tiene más cerca para pedir un favor, para activar unas redes para pedir insumos o pedir dinero», ejemplificó Herrera. Se han construido redes entre colegas y entre comunidades.
A juicio de Villasmil no hay un sistema de salud pública, sino «unos prestadores de servicios públicos». Sostuvo que «no hay un solo indicador sanitario venezolano que podamos mostrar al mundo». La crisis no comenzó en 1999 con la llegada de Chávez al poder, indicó. «Barrio Adentro ha costado hasta 2018 unos 40 mil millones de dólares y los resultados están a la orden».
La gente, para resolver, está aplicando «la familiarización de los cuidados médicos»: la familia acoge al ser querido enfermo «y construye como puede un sistema de atención más o menos robusto, más o menos precario». De alguna manera «le da forma a un microsistema que proteja al ser querido enfermo». Estimó que hay 500 mil venezolanos en lista de espera para una cirugía. Es frecuente recurrir al gofundme, como estrategia de sobrevivencia, apuntó. «El Estado venezolano dejó al enfermo a su suerte», deploró.
Ambos expertos participaron en un debate en Unión Radio.






