Funcionarios de la PNB mediaron para evitar un enfrentamiento. Una funcionaria de la Defensoría tuvo que caminar hasta la manifestación de los trabajadores de la salud y la educación para recibir un documento porque en la Plaza Morelos se encontraban militantes oficialistas
A una cuadra de la Plaza Morelos tuvo que detenerse, este jueves 11 de agosto, la marcha de trabajadores de la educación y la salud. Los manifestantes esperaban llegar a la Defensoría del Pueblo para entregar un documento con sus peticiones, pero se encontraron con una concentración del oficialismo, convocada a última hora.
Una barrera de trabajadores activos y jubilados cerró el paso a los manifestantes para evitar un conflicto con los militantes oficialistas.
Funcionarios de mediación de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) solicitaron que la manifestación de los trabajadores se detuviera poco después de la Iglesia Maronita, en el bulevar Amador Bendayán, para evitar un enfrentamiento.
En ese punto el jefe de Gobierno del Distrito Capital, el dirigente oficialista Nahum Fernández, se acercó para dialogar con Pablo y Mauro Zambrano, dirigentes gremiales. Vamos a dialogar porque, si ustedes avanzan, nos vamos a matar, subrayó Fernández. El acuerdo fue que una comisión de la Defensoría del Pueblo recibiría el documento.
Deyanira Romero, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la UCV, criticó la comitiva que acompañó a Fernández y le reclamó que se olvidó de cuando era trabajador. Una de las mujeres que acompañaba a Fernández le gritó «asalariada» a Romero, y Romero replicó que ella es asalariada pero otros viven «de las mieles del gobierno».
Es doloroso lo que ocurre, afirmó Miguel Quijada, trabajador jubilado, porque el oficialismo «crea estos equipos de contrachoque que van en contra de la justicia; la justicia no es solamente la posición que asume el gobierno, porque la justicia es la equidad y lo establece la contratación colectiva». Criticó que no les permitieran llegar a la Defensoría: «El pueblo se está dando cuenta de que no existe estado de derecho; lo que hay es una posición prepotente, anárquica, intransigente e irracional del gobierno para amedrentar a los trabajadores. Y ante cualquiera que salga, ellos salen con sus colectivos, con sus militares, con sus comunas a tratar de amedrentar al trabajador».
Luis Cano, coordinador del Frente Amplio de Jubilados y Pensionados, consideró -al cierre de la protesta- que aunque no pudieron llegar a la Plaza Morelos sí cumplieron con sus objetivos. «Nuestro balance es muy positivo. Le podemos decir al pueblo caraqueño que en la otra parte (oficialismo) no llegaban a mil trabajadores convocados con autobuses y de todo el país. Nosotros tuvimos 3 mil trabajadores a pedal y bomba».
Cano remarcó que los trabajadores de la educación y la salud, así como los jubilados y pensionados, «nos movemos por convicción, no nos movemos por una bolsa de CLAP, o porque nos den un dinero. De paso, algunos vinieron amenazados, los amenazan, les ponen una cuota de CLAP a los jefes de calle, y la gente ante su necesidad viene por la caja y no por convicción; vienen porque el gobierno los obliga y los humilla».
Antes, recuerda, «no se podía marchar en el centro de Caracas» y ahora «lo hemos logrado», subrayó Cano. También anunció nuevas protestas de los trabajadores del sector público.