Jesús Mendoza, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, sostuvo que la crisis profesoral es, también, la crisis estudiantil
Minutos antes de que la marcha de trabajadores de la educación y la salud partiera de la esquina de Salas, el pasado jueves 4 de agosto, estudiantes universitarios corearon sus consignas.
Jesús Mendoza, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, sostuvo que la crisis profesoral es, también, la crisis estudiantil. «Hay profesores que no quieren asistir a clases porque gastan más en el pasaje, que el sueldo que tienen, y eso afecta directamente a la academia», expresó.
Por eso exigieron que a los profesores «no solamente les paguen el bono vacacional completo, como está en su contratación colectiva, y que tengan un aumento salarial cuánto antes». Mendoza recordó que hay profesores titulares, a dedicación exclusiva e incluso con doctorado «que no superan un sueldo de 60 dólares».
Esta es una crisis, insistió, que viven los profesores y, por ende, la academia. «Tibisay Lucena y Yelitze Santaella tienen que dar respuestas cuánto antes, porque están violando los derechos de los estudiantes y los profesores».
La marcha del jueves buscaba «presión, presión y más presión», subrayó, «tanto para las ministras como para el gobierno» porque «se están violando los derechos de los profesores». Son docentes, describió, «que pasaron años dedicados a la academia, y hoy están pasando hambre».
El salario «tiene que superar la canasta básica para profesores que tienen doctorado, que son titulares y que han dedicado su vida a las universidades y colegios. Tiene que superar la canasta básica y tiene que haber condiciones, como seguro médico, condiciones de seguridad y de infraestructura que hoy no existen».