Les han reducido las primas, según sus cálculos, en 70% o más. Les reciben documentos en los ministerios, pero nada se resuelve
Las ollas vacías, símbolo del hambre y objeto para la protesta, sonaron este martes en el centro de Caracas. Las esgrimieron empleados públicos que continúan con su agenda de movilizaciones para rechazar el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y reclamar el pago completo de sus bonificaciones por uniforme (para el sector salud) y de vacaciones (para los maestros).
En plena avenida Bolívar el jubilado Roberto Carpio sacó un hueso descarnado e hizo alguna que otra broma sobre el poco caldo que daría. «A este hueso nos ha llevado este gobierno y sus medidas económicas», afirmó.
Carpio, a contravía de quienes dicen que hay una recuperación económica, enfatizó que solo hay dinero en los bodegones. «No tenemos miedo», aseveró mientras marchaba por la arteria vial.
«Soy jubilada y pensionada, y no tengo qué comer», explicó Carmen Hernández, trabajadora de la salud, mientras golpeaba y golpeaba la olla en Plaza Caracas. Otras ollas sonaron a las puertas del Ministerio del Trabajo, donde una comisión de los manifestantes subió a expresar sus quejas.
Las razones por las que los empleados públicos siguen en las calles se escuchan en las consignas que corean durante las protestas. Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas, recordó que les han reducido las primas a los trabajadores activos y las bonificaciones a los jubilados.
Los jubilados y pensionados no se quedan atrás. Carlos Julio Rivero, presidente de la Asociación de Jubilados del IVSS, enfatizó que siguen exigiendo sus derechos. «Maduro viola la Constitución», sentenció.
Siguen tocando todas las puertas. El profesor Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros de Caracas, explicó que entregaron una carta en el Ministerio Público «para solicitar que se pronuncie el fiscal Tarek William Saab, porque él es el garante de los derechos» y debe lograr que se respeten «nuestras contrataciones colectivas, que han sido violentadas por la Onapre y por el Estado». Machado apuntó que al ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, le exigen que cumpla con sus funciones: «La Onapre no puede estar violentando con un oficio, con un memorando, pasando por encima de las leyes». La reducción de los bonos vacacional y de recreación es de 75%, calcula.
Ya suenan tambores de conflicto para septiembre, cuando debe comenzar el año escolar 2022-2023. «En las manos de la ministra Yelitze Santaella está la paz educativa. En las manos de ella está que comience el año escolar en paz».
«Nosotros seguiremos en las calles», advirtió Carlos Julio Rivero. Promesa que, hasta ahora, han sabido cumplir.