«Culebrilla», urticaria y caída del cabello son algunas manifestaciones, recuerda la dermatóloga Mara Loyo
La doctora Mara Loyo, especialista en dermatología, afirma que son muchas las manifestaciones dermatológicas por Covid-19. “Aproximadamente 21% de los pacientes las presentan al inicio de la enfermedad o como única expresión. De manera que la piel es uno de los órganos más comprometidos durante la infección por Covid-19, aunque los dermatólogos aún estamos descubriendo estos procesos, al igual que toda la comunidad médica”.
Señala que, por lo general, las lesiones cutáneas asociadas a la COVID-19 no dejan ninguna secuela. “Con el Covid-19 estamos reaprendiendo sobre manifestaciones clínicas y sintomatológicas. Una de ellas, relacionada con la piel, fue el herpes zóster, que en realidad es el virus de la varicela zóster (llamada comúnmente ‘culebrilla’); así como la urticaria en forma de ronchas o habones rojos, que aparecen y desaparecen tal y como las que se presentan durante las alergias alimentarias”, indica.
Otra manifestación relacionada con Covid-19 es lo que se conoce como “dedos de pies de Covid”, médicamente llamado “eritema pernio”. Se trata de una placa eritematosa, roja y dura en la piel de las manos, pies u orejas y está relacionada con el frío intenso. “En estas temporadas, muchas personas se acercan a fuentes de calor como radiadores o estufas, y se producen esas lesiones. Pero estas señales, sin antecedentes de exposición al calor, se producen también con el Covid-19”, dice la doctora Loyo.
Advierte que los pacientes quedan con algunas secuelas pos-Covid-19, ya que esta enfermedad produce una alteración inmunológica drástica, con una cascada inflamatoria muy importante. La más frecuente es una abundante caída del cabello, lo que puede resolverse con tratamiento médico, champú fortificante, vitaminas “y mucha paciencia”.
En este sentido, limpieza, humectación y protección son los tres pasos a seguir para mantener la piel lo más equilibrada y saludable posible después de superada la etapa de la enfermedad; recordando que el cuidado no se limita al rostro. Los brazos, piernas, espalda y tronco también merecen atención.
La humectación debe ser diaria y sostenida, con productos adecuados al tipo de piel. Lo ideal es hacerla inmediatamente después del baño, lo cual permite el paso óptimo del humectante.