«Pedimos la restitución de los trabajadores en sus puestos de trabajo y que se tome en cuenta el plan de arranque para producir, porque una empresa improductiva no te va a garantizar la estabilidad», indica Hernán López, obrero de la Planta Guarenas del Complejo
Ser escuchados. Eso es lo que piden los trabajadores del Complejo Siderúrgico Nacional -adscrito a la Corporación Venezolana de Guayana- que este miércoles acudieron a Parque Carabobo para denunciar que los mandaron a sus casas desde 2019. Y si se los oye con más detenimiento, mostrarán el plan que elaboraron «desde las bases» para recuperar la producción.
Hernán López, obrero de la Planta Guarenas del Complejo, contó que, como parte de un plan de contingencia, los mandaron a sus casas desde 2019, con pago del sueldo mínimo y con el alegato de «minimizar los gastos operativos de la empresa» pero el compromiso de respetar salarios, vacaciones, pasivos y sistema autogestionado de salud.
Son más de 2 mil personas a las que dejaron en un limbo. «Nos tienen suspendidos», afirmó, «y nadie nos da respuestas». Las autoridades solamente llamaron a un equipo mínimo, porque «la política de la empresa ahora es un personal requerido y otro no requerido, y aquí todos somos requeridos». A ese «personal requerido», detalla, le pagan con cartón de huevos, algún bono, pero «no lo justo que debemos recibir los trabajadores». El instructivo de la Onapre, que tiene en la calle a los trabajadores del sector público desde marzo pasado, empeoró aún más su situación. «Cobramos 40 bolívares» semanales, apuntó.
El Complejo tiene seis plantas, de las que solo dos están operativas, y a medias, detalla López: Casima y Valencia. «La planta en la que hace un mes arrancó la producción en 15% es Planta Casima, ubicada en Guayana, que es la acería principal. Y Planta Valencia, en 10%».
Apeló directamente a Nicolás Maduro: «Por favor, presidente, escuche nuestra problemática. Estamos dispuestos a contribuir con la producción nacional». Juzgó como contradictorio que el gobierno llame a los trabajadores a elevar la producción «y que no se nos dé esa oportunidad de hacerlo».
Leonardo Hernández, operador de Planta Guarenas, instó a los ministros de Industrias, Hipólito Abreu, y del Trabajo, Francisco Torrealba, a atender este caso directamente. «Queremos un lineamiento directo para que se acabe la problemática que tenemos en el Complejo Siderúrgico Nacional». A Maduro le pidió que atienda a los trabajadores a escala nacional, y no solo de Guayana.
Como salida, López planteó la instalación de una mesa de trabajo «para que podamos ganar-ganar empresas y trabajadores». Hernández lo resumió en dos palabras: «Queremos productividad en plantas Guarenas, Antímano, Lara».
Productividad, aseguran, se puede lograr con el plan de recuperación presentado en 2020. López muestra el de Planta Guarenas, que recoge -con lujo de detalles- lo que se necesita. Este documento fue entregado al Complejo, a la Corporación Venezolana de Guayana. «Lo reciben, pero la respuesta es que hay que esperar y que hay prioridades».
Para Adrián Chiquín, trabajador de Planta Guarenas, la crisis se podría empezar a resolver si desde Planta Casima les envían la materia prima -palanquillas- para producir cabillas, ángulos, pletinas. «Es cuestión de inversión y de interés por parte del gobierno, también», subrayó. Según sus estimaciones, podrían satisfacer 40% de las necesidades del mercado.
-¿De qué ha vivido en este tiempo?
-Nos tocó «patear la calle». Tengo 12 años de servicio. Es lamentable porque hay trabajadores y trabajadoras en la calle a quienes nos cambiaron la vida totalmente. Es lamentable que la empresa hoy día esté por el piso. Madres y padres de familia estamos en la calle.
«Pedimos la restitución de los trabajadores en su puesto de trabajo y que se tome en cuenta el plan de arranque para producir, porque una empresa improductiva no te va a garantizar la estabilidad. ¿Cómo produces si el patrón no te escucha, no toma en cuenta tus propuestas?», pregunta López. La empresa, defiende Chiquín, «es sustentable ella sola. Puede sostenerse con el plan que proponemos».