A los profesores de la Universidad Simón Bolívar les depositaron un sueldo en la primera quincena de abril y ya les informaron que se reducirá de nuevo en la segunda quincena. Las enfermeras afrontan una incertidumbre similar a raíz de las famosas «tablas Onapre»
Cuando Genny Echarri, enfermera que trabaja para el Ministerio de Salud, encontró el pago de su primera quincena de abril de 2022, quedó a medias: se medio alegró y se medio molestó. Trabaja como enfermera en el Hospital Martín Vegas de La Guaira, y aunque se siente orgullosa de serlo, el ingreso la deprime. Y más la entristece el cobrar un monto -un poco más elevado- en una quincena, y enfrentarse a la realidad de que el 30 de abril le pagarán mucho menos.
«¿Cuál es mi salario? Eso es variante. Nos descuentan muchas cosas. Al final no sabemos cuánto nos depositan», explica Echarri, en entrevista con contrapunto.com durante la protesta de enfermeras del pasado jueves 21 de abril. En la primera quincena de abril cobró 147 bolívares; obvio que esperaba mucho más. «Pero nos desmejoraron las cláusulas, nos bajaron el porcentaje de todo», refiere.
Los profesores universitarios afrontan algo similar. William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la USB, trata de explicarlo «de un modo que se entienda», aunque sabe que parece algo incomprensible. «Es difícil entenderlo, lo sé; pero lo que nos pagan ahora es aproximadamente 50% de lo que nos pagaron» y que ya fue aprobado por el Ministerio de Educación Universitaria y pasó por el sistema patria.
Anseume hace un recuento. «En el Consejo Directivo de la USB aprobaron la aplicación de la convención colectiva única de los universitarios», explica. El Consejo Directivo, con base en los anuncios salariales del gobierno, elaboró las tablas salariales y las presentó al Ministerio de Educación Universitaria, instancia que las reconoció. «Las pagaron como parte de la primera quincena del mes de abril, y enviaron una comunicación a toda la universidad».
La segunda quincena de abril, que todavía no ha concluido, traerá nuevas noticias para trabajadores de la salud y la educación. Las nuevas noticias son que su sueldo será menor que el recibido en los primeros 15 días del mismo mes.
Anseume detalla que, el vicerrector administrativo de la USB envió un correo en el cual notificó que los sueldos no podían ajustarse a la convención colectiva única. «Llamaron a otro Consejo Directivo para desapegarse de la convención colectiva y atender la tabla de la Onapre, que la OPSU ordenó imponer».
Esto evidencia «un descontrol absoluto en el manejo de las finanzas públicas en general, de los presupuestos públicos en general, del presupuesto universitario en particular, y en particular de los sueldos de los universitarios», deplora el dirigente gremial.
Es, en síntesis, «una confusión, un desgaste absoluto, una presión inmensa y un sueldo que se aprueba y se retrocede; es como un despido indirecto, porque las leyes no permiten que sea regresivo, sino que más bien debe progresar. El derecho laboral insiste en la progresividad de los derechos, en la intangibilidad de los derechos laborales y en la imposibilidad de tocarlos, de ir hacia atrás y de evitar la progresión en su cumplimiento».
«Al parecer el gobierno está violentando la propia Constitución», acusa Ramón Agüero, vicepresidente de la Federación de Colegios de Profesionales de Enfermería de Venezuela. «Impresiona que hicieron unos cálculos sin tener las previsiones presupuestarias». Por eso «tuvimos un aumento ficticio en la primera quincena, con un presunto incremento salarial, pero todas las tablas económicas de la contratación colectiva fueron desmejoradas. Todas. Son aproximadamente 25 cláusulas que benefician al personal activo y jubilado».
No son los únicos mandatos desconocidos, sostiene Agüero. Los trabajadores de la salud tenían dos y tres cargos en la administración pública, y recibían la remuneración correspondiente. Pero «este Ministerio de Salud ha sido irresponsable, y tiene la pretensión de pagar por un solo destino público al funcionario asistencial. Pareciera que ellos desconocen las leyes».
De ser enfermera en Venezuela lo más difícil, para Genny Echarri, es el sueldo: «Es horrible. No valoran el trabajo que uno desempeña día a día. Pero tenemos que seguir luchando para que esto mejore».