No hay que ser un mago de las matemáticas para comprender que si ganas 7 bolívares que hace pocos días pasaron a ser 130 desde el 16 de marzo y vivir te cuesta 5 mil bolívares no tienes oportunidad de mantenerse. Es esta cuenta la que hace que las organizaciones de jubilados y pensionados aseguren que se trata de una política de exterminio del Estado venezolano. Convencidos de que su día a día es como el calvario de Jesucristo hace 2 mil años, jubilados y pensionados manifestarán este martes en la plaza La Candelaria. Pero sus dificultades no son solo una protesta de Semana Santa, sino una realidad de todos los días que, incluso, ha cobrado vidas. Según Edgar Silva, coordinador del comité por la defensa de los derechos de jubilados y pensionados, entre ocho y 10 adultos mayores han fallecido en el país mientras hacían colas para cobrar la pensión, o murieron por hambre.
Se calcula que hay unos 5 millones de pensionados y jubilados. Presumiblemente es una población de riesgo para enfermedades como hipertensión, diabetes y cáncer. La protesta masiva que realizaron el pasado 9 de marzo no se ha traducido en respuestas claras; por el contrario, evalúan que se trata de un silencio administrativo del IVSS.
Pedro García, presidente de la asociación de docentes jubilados del Distrito Capital, afirma que los pensionados sufren situaciones similares a las de Jesucristo. A Jesucristo le violaron todos los derechos, e igual a nosotros, enfatiza. De acuerdo con García, al redentor le violaron más de 90 derechos. Y a nosotros nos violan, en primer lugar, el derecho a la vida, porque si uno no se alimenta y no tiene medicinas está condenado a muerte, lamenta.
Tanto Silva como García coinciden en que se trata de un plan de exterminio, que se justa al artículo 7 del Estatuto de Roma, porque el gobierno sabe muy bien que lo que paga no alcanza para que las personas puedan siquiera alimentarse. Esperan poder documentarlo con una encuesta nacional en la cual determinarán qué comen los pensionados y cómo hacen para adquirir sus medicinas.
Los pensionados no descansaremos en Semana Santa, señala García. Tampoco lo harán después, porque -como lo anunció Silva- acudirán al MInisterio del Trabajo el 26 de abril y también marcharán el 1 de mayo.






