La aplicación del impuesto a las transacciones con divisas «no es racional» según señala el gremio que agrupa a los comerciantes
El nuevo tributo que grava las transacciones en divisas ha generado una gran discusión por lo complicado que consideran su aplicación la mayoría de los agentes económicos.
Pero además de las complicaciones técnicas que tiene el Impuesto a las Transacciones Financieras (IGTF), los comerciantes llaman la atención sobre el impacto que este tributo va a tener sobre los precios al consumidor.
Advierten los empresarios del comercio y los servicios que según sus proyecciones este impuesto generará un incremento en los precios de las mercancías de alrededor de 12%.
«Este no es un impuesto que es solo el 3%. Es un impuesto que viene en cascada y hemos estimado que encarece el costo de los productos en 12% en promedio para el consumidor final», sentenció la presidenta de Consecomercio Tiziana Polesel.
Aparte de la aplicación de un tributo que suba su porcentaje al precio en cada paso de la cadena existe también un impacto en los costos de los comerciantes y empresarios que deben adecuar sus máquinas fiscales para declaración de este tributo.
Según la información recogida por Consecomercio, el monto de las máquinas fiscales son importantes y pueden afectar el flujo de caja de las pequeñas empresas.
Por otro lado, grandes cadenas comerciales deben realizar una inversión importante en la actualización y en algunos casos la renovación de estos instrumentos técnicos vinculados a los deberes tributarios.
Según Tiziana Polesel, estos costos podrían alcanzar hasta el millón de dólares en las cadenas comerciales de gran tamaño.