El coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores, Servando Carbone, reiteró su solicitud a la OIT para que destaque un representante en el país
El proyecto de resolución de trabajadores y empleadores sobre el caso Venezuela ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) le «lava la cara» al gobierno venezolano, advirtió este jueves el dirigente sindical Servando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete).
Carbone -quien participa como observador- recordó que del 1 al 13 de noviembre se realiza el 343 Consejo de Administración de la OIT. Señaló que la OIT sigue evaluando el comportamiento del gobierno de Nicolás Maduro en tres aspectos: el salario mínimo, la libertad sindical y el tripartismo.
En marzo pasado, rememoró Carbone, un sector de los trabajadores vinculado con el oficialismo «se encerró en llevar una posición de decir que este era un gobierno chévere, y con gobiernos antidemocráticos como aliados», impusieron una medida intermedia. Es decir, algunas acciones que debía desarrollar el gobierno, con una siguiente evaluación en noviembre (la del presente).
«Nos informaron el miércoles que los grupos de trabajadores y de empleadores iban a llegar a un acuerdo y que habría un consenso», indicó, lo que «me generó una alarma».
Carbone, quien pudo leer el documento en discusión, aseguró que en este texto se reconocen «las recientes medidas adoptadas por el gobierno para iniciar un diálogo»; se insta al gobierno a que antes de marzo de 2022 «siga avanzando para convertir este diálogo en un foro de diálogo social con asistencia y presencia de la OIT»; se pide al director de la OIT que preste asistencia al país y evalúe la designación de un representante en Venezuela y se propone evaluar en 2022 los progresos que se hayan realizado.
«En este momento es mi deber, como trabajador de Venezuela» tratar de generar una discusión interna en la OIT «y que el tema Venezuela sea tratado técnicamente y no políticamente». En otras palabras, que se tomen medidas.
«Yo propongo que se le exija al gobierno que, a partir del 1 de diciembre, esté en Venezuela un funcionario del director general, como lo tiene Michelle Bachelet», planteó, y que ese representante informe si hay o no diálogo social, si hay o no tortura y persecución contra los trabajadores.
Carbone, dirigente sindical de izquierda que se separó del oficialismo, afirma que no cree que el gobierno «baje su nivel de presión y represión» ni mejore la situación de los trabajadores. «El gobierno nos tiene con sueldo de hambre, una cantidad de condiciones precarias, y con su política de hambre, miseria y esclavitud juega con la clase trabajadora».
Según su análisis, los empresarios «tienen su fin natural, que es la economía, y su socio natural es el gobierno, su socio natural no somos los trabajadores».